Dan la mano a migrantes en NL

Monterrey.- Mientras que las autoridades federales y estatales no atienden a los migrantes “tirados” en Monterrey, los ciudadanos entran al quite echándoles una mano.

Llevándoles alimentos, ofreciéndoles un lugar para dormir y consiguiéndoles ropa, los regiomontanos no han dejado solos a los más de mil centroamericanos abandonados a su suerte en las calles de la ciudad, y a los que diariamente se suman más.

El domingo, por ejemplo, la asociación Hogar de Cristo, de Juárez, llevó comida para unos 200 migrantes a los alrededores de Casa Indi, que funge como albergue.

Ahí estaban los nicaragüenses José Ramírez, con su hijo Steben, de 1 año, y Norlan González, de 5, que llegaron de Nuevo Laredo la madrugada del 16 de julio.

“(Ese día) nos quedamos en la calle hasta el amanecer”, comentó José, a quien una familia le prestó un cuarto para dormir.

Casanicolás ha recibido a más de 100 migrantes que enfrentaron esa situación.

Enrique Virgen, trabajador del lugar, relató que una madrugada abrió la puerta a seis mujeres que llegaron con niños, pese a que el protocolo de seguridad establece que no debió hacerlo.

“A veces me brinco las trancas de las reglas, pero es que no puedo dejarlos afuera. Son seres humanos”, señaló.

Incluso, a unos los llevó el sábado a un tianguis a comprar ropa.

Entrevistados, migrantes señalaron que llegaron a los albergues gracias al apoyo de ciudadanos que les dieron información y ayudaron económicamente.

El padre Felipe de Jesús Sánchez, fundador de Casa Indi, que alberga a más de 120 migrantes, dijo que el personal ha salido en camionetas por las noches a recogerlos.

La llegada de migrantes a la Ciudad se intensificó con el operativo que, sin previo anuncio, el Instituto Nacional de Migración (INM) implementó para traer de la frontera más de mil centroamericanos devueltos por Estados Unidos.

(Imelda Robles y Daniel Reyes, Reforma, Nacional, p.7)