Opinión Migración 040719

Café Político / Migración: ¿la verruga de la reina?

En ambas fronteras, en la norte y la sur, autoridades federales, guardias nacionales, agentes migratorios y policías diariamente detienen a migrantes, en retenes y en revisiones de documentación en la vía pública y en hoteles de las distintas poblaciones.

En los medios se ha calificado tal práctica como redadas, pero las autoridades alegan que solamente buscan a traficantes de personas, aunque en la práctica se detenga también a los migrantes, y muchas veces son deportados.

El alegato de que no son redadas recuerda aquel viejo cuento del primer ministro a quien le reclamó el rey: “¡Por qué anda usted diciendo que la reina tiene una verruga en la entrepierna!”. La respuesta fue: “No, majestad, yo no he dicho eso, lo que digo es que se le siente como que tiene una verruga”. (José Fonseca, El Economista, Opinión, p.39)

La Nota Dura / ‘Fifís’ de ‘moral difícil’

“Vamos a actualizar los mecanismos de certificación sobre la base de los avances tecnológicos. Vamos a hacer una separación obvia entre el crimen uniformado y aquellos integrantes de las policías que tengan interés auténtico en servir a la sociedad; no habrá crimen uniformado, eso se los podemos asegurar”. Alfonso Durazo, 11 de julio 2018.

“Estimamos que en tres años tendremos operación óptima, y para ello se están reclutando 50 mil nuevos elementos; no podemos echar mano de la Policía Federal en su conjunto porque los niveles de corrupción son altos”. Alfonso Durazo, 15 de noviembre 2018.

“Este tipo de policías estaban acostumbrados a estar en el Holiday Inn y comer en bufet, entonces no, aquí es otra condición, es una cuarta transformación (…) Tienen las mismas condiciones que tienen las Fuerzas Armadas. Entonces, si hubiese habido una respuesta positiva de la Policía Federal cuando estaba integrada, no tuviéramos estos problemas. Eran fifís y quieren seguir como fifís”. Francisco Garduño, 21 de junio 2019. (Javier Risco, el Financiero, Opinión, p.35)

Astillero

Muchas manos en la Policía Federal // Echada a perder, fifí // Peña, Osorio, Galindo, Manelich // Tableros varios del obradorismo

La lista principal de esos funcionarios que habrían echado a perder a la PF ha de entenderse que estaría formada por el propio usuario de la banda presidencial, Enrique Peña Nieto; el entonces secretario de Gobernación y ahora senador priísta, Miguel Ángel Osorio Chong; el jefe de dicha Policía Federal desde el principio del peñismo y hasta los sucesos de Nochixtlán, Oaxaca, que lo tumbaron, Enrique Galindo Ceballos (ahora metido al negocio del periodismo como franquiciatario en San Luis Potosí de un exitoso portal nacional de noticias), y el último de los comisionados generales de esa policía, Manelich Castilla Craviotto.

La protesta policiaca esgrime razones administrativas, laborales y humanitarias como móviles de su manifestación pública. Apenas el pasado 25 de junio el flamante titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, hubo de pedir disculpas a esos policías federales luego de haberles llamado fifís por denunciar sus condiciones deplorables de alimentación, hospedaje y trabajo en general. Garduño aseguró que esos agentes están acostumbrados a dormir en hoteles y comer en servicio bufet, sin entender que las cosas han cambiado: Es la Cuarta Transformación. Eran fifís y quieren seguir como fifís. (Julio Hernández López, La Jornada, Opinión, p.8)

Estrictamente Personal / Motín en la Policía Federal

La liga finalmente se rompió. Fueron meses de acusaciones de corruptos, de humillaciones políticas, maltrato y desprecio por parte del nuevo gobierno. Vivieron bajo amenazas de iniciar procesos penales para quienes no quisieran ser trasladados al Instituto Nacional de Migración y al resto lo trataron como objetos desechables. Los mandaron a las calles en condiciones laborales que nunca habían tenido y cuando se quejaron, los insultaron. Ningún respeto se había mostrado a una institución que durante años fue la primera línea de fuego contra los criminales. Desaparecerla e integrarla al Ejército, bajo el paraguas de formar parte de la nueva Guardia Nacional, como planteó el gobierno, galvanizó la molestia que venía creciendo y que provocó este miércoles una rebelión que cambió el metabolismo en el corazón de las áreas de seguridad pública federal. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Opinión, p.34)

Arsenal / Motín de policías agraviados; “hay mano negra”, dice AMLO

Era de esperarse el “motín” de policías federales que no quieren incorporarse a la Guardia Nacional ni obedecer mandos militares. La 4T no sólo los ha ignorado, sino que, además, los ha maltratado, desairado y ofendido.

Alfonso Durazo, hoy secretario de Seguridad Pública, los calificó alguna vez de “crimen uniformado”. Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración, los llamo fifís por dar a conocer públicamente las precarias condiciones en las que sobreviven cuando los mandan a operativos fuera de sus lugares de origen. El mismísimo presidente López Obrador dijo ayer, antes de irse a CU a jugar beisbol, que la Policía Federal es una corporación que se “echó a perder” cuando estuvo en la Secretaría de Gobernación. Una generalización tras otra. Una afrenta tras otra. Como si no hubiese policías honestos que se han jugado la vida frente al crimen organizado; como si a muchos no los hubiesen emboscado en los estados más bravos. Como si todos fueran criminales; o como si pedir un mínimo de condiciones de higiene, alimentación y un mayor salario fuese vergonzoso. (Francisco Garfías, Excélsior, Opinión, p.4)

Bajo Sospecha / La rebelión de los policías

Vinieron los procesos de selección de los policías para la Guardia Nacional y la desconfianza y el malestar se acrecentaron porque se descalificó a personal porque estaba excedido en su masa corporal e incluso porque se les dio entrenamiento en espacios que los policías consideraban poco adecuados. La mayoría de los agentes, además, fueron desechados.

Se les dio como opción ser enviados al Instituto Nacional de Migración con un salario 20 por ciento menor al que tenían en la PF, que además, había sido reducido sustancialmente desde el inicio de la administración porque se les habían quitado bonos, seguros, viáticos y hasta comidas. Tendrían que servir en las fronteras y a los pocos que lo aceptaron no les dieron ni alojamiento, sólo unas carpas individuales. El nuevo director del INM, Francisco Garduño, en su primer día de labores, descalificó a los policías, a los mismos que les ofrecía trabajo en el instituto, y los tachó de fifís y de poco sacrificados. (Bibiana Belsasso, La Razón, Opinión, p.12)

Serpientes y Escaleras / AMLO ante la rebelión en la PF, ¿la mano de Osorio Chong?

No hace falta inferir mucho para leer en el señalamiento del presidente el nombre de quien, como secretario de Gobernación en el sexenio pasado y actual líder del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong, fue el responsable de la seguridad y del manejo de la Policía Federal en los últimos seis años. ¿Sugiere el presidente que Osorio Chong está detrás de este movimiento, hasta ahora pacífico de los policías federales pero que amenaza con radicalizarse que puede descarrilar el arranque de su Guardia Nacional y toda su estrategia de seguridad federal? De ser así sería una acusación grave y delicada que, no sólo tendría que probarse, sino también ser respondida por quien es aludido y, entre líneas, señalado de algo que puede parecer un amotinamiento o una rebelión de una fuerza federal.

Por lo pronto, y en espera de que López Obrador le ponga nombre y apellidos a la “mano negra” que acusa de estar agitando a la Policía Federal, y que en Palacio Nacional confirman que se refiere a “personajes de poder del sexenio pasado” a los que incluso ubican detrás de las primeras quejas de los federales que fueron enviados a los operativos del Instituto Nacional de Migración, a los que de manera desafortunada el comisionado Francisco Garduño llamara “fifís” y después fuera obligado a disculparse, lo que hoy queda claro es que Alfonso Durazo, que hasta ayer no quiso darles la cara a los policías amotinados en Iztapalapa y mandó sólo a sus subsecretarios, tiene enfrente un reto mayúsculo que, sino lo resuelve bien y supera la crisis que ya tiene en su dependencia, corre el riesgo de descarrilar no solo a la Guardia Nacional y a la incipiente estrategia federal de seguridad, sino también sus aspiraciones para irse como candidato al gobierno de Sonora en el 2021. (Salvador García Soto, El Universal, Opinión, p.7)

La insignificancia de Gobernación

Lo que observamos hoy es el duro tránsito de la supremacía a la insignificancia, de la omnipotencia a la impotencia. A partir de 1940, la Secretaría de Gobernación desplazó a la de Guerra y Marina como el núcleo desde el que se irradiaba y se imponía el poder presidencial. Miguel Alemán Valdez brincó de allí a la candidatura presidencial del nuevo partido, el PRI. Gobernación era la plataforma hacia Los Pinos; de allí salieron todos los presidentes de la República de 1946 a 1976, excepto Adolfo López Mateos (1958-1962), que era el secretario del Trabajo y Previsión Social.

Hoy la Segob no es sino una pálida sombra de lo que fue, ha sido despojada de sus principales responsabilidades y organismos: el Centro Nacional de Inteligencia (antes Cisen), ahora le reporta a Alfonso Durazo. Mientras Gobernación languidece, su titular, Olga Sánchez Cordero, pierde una a una sus batallas ante la sapiencia incontrastable del presidente.

La recién creada Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana recibió la Coordinación de Protección Civil, el sistema penitenciario federal y el Centro Nacional de Desastres; formalmente, tendrá a su cargo la Guardia Nacional, aunque su integración y mando son militares.

En el desorden administrativo que caracteriza a este gobierno, hasta el Instituto Nacional de Migración —un organismo que ha transitado de la protección a la persecución de los migrantes, como lo expresa el reemplazo de Tonatiuh Guillén por Francisco Garduño— le reporta al canciller y la relación con las iglesias se define en Palacio Nacional mientras la laicidad se extravía. ¿Qué le queda a Gobernación? (Alfonso Zárate, El Universal, Opinión, p.13)

En Voz alta / Persecución y opacidad

Al apoyar el enfoque punitivo y represor que la administración Trump ha mostrado frente a la inmigración, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador establece un precedente sumamente peligroso. ¿Cómo exigir un trato digno para los migrantes mexicanos en el exterior si nuestras autoridades imitan y, en algunos casos, superan la hostilidad con la que operan los agentes migratorios estadunidenses?

Para muchos resulta increíble que, en materia migratoria, el autoproclamado gobierno del cambio solo ofrezca persecución y opacidad. No hay estrategia integral, no hay enfoque humanitario, como se prometió en campaña y se repitió durante años desde la oposición. El gobierno de México trata a los migrantes peor de lo que los trata Donald Trump y, por eso, ha perdido cualquier autoridad moral para reclamar protección y respeto para los suyos. Muchos dirán que el maltrato no es nuevo y que México lleva años abusando de los migrantes que transitan por su territorio. Olvidan que este gobierno se presentó como una alternativa y no como la opción de la continuidad.

López Obrador y su equipo han cometido una cadena de errores que solo ha ido empeorando con el paso de los meses y que hoy ya empieza a explicarse con la pérdida de vidas en los cruces fronterizos y en las instalaciones donde permanecen encerrados miles de migrantes en condiciones similares a las de prisiones o campos de concentración. Nadie puede entrar a verificar las denuncias de abuso porque lo que sucede en el Instituto Nacional de Migración debe mantenerse en secreto. Al menos así lo sugiere la negativa de las autoridades a permitir el ingreso de periodistas nacionales e internacionales a sus instalaciones. (Enrique Acevedo, Milenio, Opinión, p.3)

La Feria / Amigos, dense cuenta: No va a cambiar

Pasa a menudo. En una mesa en la que estuve hace días se volvió a plantear la pregunta que rebota por aquí y por allá: cuando vea que las cosas se empiezan a complicar, ¿el presidente López Obrador corregirá el rumbo, se moderará, renunciará a proyectos como Dos Bocas o Santa Lucía?

Pasan los meses, y hay quien sigue creyendo que sí lo hará. No entiendo por qué ese optimismo, pero los que ven el peje medio lleno ahora tienen nuevo argumento: el caso Trump y los aranceles. Creen que el tabasqueño demostró que no come fuego y que puede ser “pragmático” si huele peligro.

Ante Trump no vimos una “corrección” de AMLO. El Presidente y el país fueron amenazados. EU iba a generar una inoportuna crisis en materia económica, por un lado, y la solución era muy barata para López Obrador: continuar lo que desde el sexenio de Peña Nieto se ha ido dando en materia migratoria, es decir, total acatamiento a las disposiciones de Washington. (Salvador Camarena, El financiero, Opinión, p.38)

Quebradero

RESQUICIOS.

Bajo la lógica de Donald Trump: “si los migrantes no están satisfechos con las condiciones en los centros de detención díganles que no vengan. ¡Todos los problemas resueltos!”. (Javier Solórzano Zinser, La Razón, Opinión, p.2)

Migrantes y ONG bajo fuego en Italia

Italia y Europa viven otro momento de barbarie y debacle política a costa de los migrantes. Nuevamente lo protagoniza el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, líder neofascista, xenófobo y soberanista. Envalentonado por su victoria en las elecciones europeas de mayo, cuando su partido, la Lega, más que duplicó su caudal electoral y se transformó en la primera fuerza política de Italia con 34 por ciento de los votos, el político no ha perdido ocasión para instrumentalizar y criminalizar la migración. (Fabrizio Lorusso*, La Jornada, Opinión, p.19)

Elogios que son insultos

Donald Trump está contento con México. Agradecido con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Más aún, está impresionado con el buen trabajo que estamos haciendo, con la capacidad que hemos demostrado para reducir el número de migrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos. Sabe que todo se debe a su amenaza de imponer aranceles, pero aún así lo aprecia mucho. Eso dijo el lunes pasado en la Casa Blanca: que López Obrador “está haciendo un gran trabajo en favor de México, porque el pueblo mexicano estaba muy perturbado con todos esos cientos de miles de personas caminando a través de su país. El pueblo mexicano está tan contento como yo con lo que están haciendo”. Algún asesor debe haberle mostrado las encuestas, cuánto ha crecido durante los últimos meses el sentimiento antimigrante en México: Trump sabe identificar sus prejuicios y ya los reconoció en nosotros. (Carlos Bravo Regidor, Reforma, Opinión, p.10)

Trascendió

QUE acaso inspirado por los recientes tuits de Donald Trump, su encargado de Negocios en la embajada, John Creamer, aseguró que México y EU afrontan retos comunes como la familia que son, a propósito del Día de la Independencia que hoy celebra el vecino del norte. (Milenio, Opinión, p. 2)

El Circo de Trump

El “showman” de la geopolítica volvió a aparecer en Osaka, y convirtió al G-20 en otra más de sus gustadas producciones televisivas de entretenimiento. Y cuando los líderes del mundo piensan que ya tienen diagnosticado a Donaldo Juan Trump, (así se llama en castellano) este les aparece con otra sorpresa.

Más autoritarismo: Trump, rompiendo toda clase de protocolos, puso a su hija Ivanka en primer término, al punto que los medios franceses difundieron un video de una conversación de Ivanka con Angela Merkel y Christian Lagarde, cabeza del Fondo Monetario Internacional, donde Lagarde claramente desprecia la participación de Ivanka, y con razón. Ivanka no tiene las credenciales para estar a ese nivel en un G-20, fuera del nepotismo de su padre.

La ausencia mexicana del G-20 fue importante para los mexicanos, pero para nadie más. Nadie leyó la carta que envió el presidente de México, y los intentos de los secretarios de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard, y Carlos Urzúa, de Hacienda, de proyectar su participación a través de selfies, fue poco afortunada. Esta es una cumbre de jefes de estado, y si el presidente López Obrador pretende que sus inquietudes sean atendidas, tiene que asistir personalmente. Ahora, si su presencia hubiera beneficiado a México, no lo sabremos. Habría tenido que ver a Trump, arriesgándose a un desaire, o algo peor. No quiso jugársela. Prefirió la cautela, manteniendo la congruencia de su postura desde que asumió el gobierno: evitar la confrontación con EU. (Jorge Berry, El Financiero, Opinión, p.25)

Todos somos Trump

Desde hace más de 40 años los mexicanos han alzado la voz ante los sistemáticos maltratos que se cometen en Estados Unidos contra nuestros nacionales indocumentados que migran al norte.

Se exige una reforma migratoria integral, el fin de las redadas, la discriminación, racismo y xenofobia, no más palizas de agentes policiacos fanáticos y, mucho menos, las cacerías de grupo infames, estilo los minute man.

Una y otra vez vimos cómo afrentaban a los connacionales o cómo un desenfadado Donald Trump nos acusa de ser criminales y culpables de los males que aquejan su territorio. ¿Recuerda la indignación nacional por esas (Kimberly Armengol Jensen, Excélsior, Opinión, p.29)