Opinión Migración 040820

Punto y aparte // Apoyos en EU y solidaridad migrante empujan remesas

Show me the money…

Ante la precaria situación económica que enfrenta el mundo uno de los principales bálsamos para los bolsillos familiares son las remesas.

Sólo el año pasado estas transferencias alcanzaron un máximo histórico de 554 mil millones de dólares (mdd) en el planeta. De acuerdo con datos de la calificadora Moody’s, que comanda Alberto Jones Tamayo, el origen de las remesas globales está altamente concentrado en 25 países, los cuales aportan el 85% de estos recursos. En ese contexto, EU lleva la batuta, seguido por las naciones europeas del G-20.

Sin embargo, los daños en el mercado laboral de esos países y las restricciones de viajes internacionales podrían mermar el intercambio migratorio, lo que aumenta el riesgo para las naciones receptoras de remesas.

Al detalle, se estima que en el año esos flujos apenas alcanzarán los 110 mil mdd; es decir, una caída cercana al 20% a nivel global… (Ángeles Aguilar, La Razón, Negocios, p. 17)

 

20 meses, 10 crisis

Caravanas migrantes. Desde finales del 2018, en el sexenio anterior, se inició un movimiento migratorio que organizaba a centroamericanos (y de otros países) para atravesar con mayor seguridad México; esto generó oleadas de ciudadanos llegando a la frontera, esperando pasar a EU y la reacción de Donald Trump amenazando con poner aranceles crecientes a los productos mexicanos. El presidente llamó a la unidad, pero antes de un evento en Tijuana todo se solucionó cuando México aceptó “parar” la migración utilizando para ello a la Guardia Nacional, lo que fue criticado como una sumisión a los deseos de Trump. (Roy Campos, El Economista)

 

Sala de espera // No nos hagamos ni nos hagan

El presidente de la república (con minúsculas, por favor) ha presumido que la entrada de divisas enviadas por los migrantes mexicanos en Estados Unidos, son un índice económico favorable y presumible como éxito de su gobierno, en medio de la mayor crisis económica que vive este país en, digamos, su historia.

Casi con júbilo, Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que en los siete meses que van del 2020 el monto en el ingreso de remesas será de18 mil 992 millones de dólares, un récord. “Algo que ha sido también una bendición, han aumentado las remesas de nuestros paisanos, nos están ayudando mucho… La semana que viene, va anunciar el Banco de México el monto de remesas de junio, yo tengo un cálculo de 3 mil 400 millones de dólares, ese es mi estimado porque tengo forma de medirlo; esto significa más que el año pasado, y ya tengo el estimado de julio y lo mismo van aumentar las remesas en 7 meses es un incremento de remesas, en términos reales del 10%, ahora en estos 7 meses del 2020 van a ser 18 mil 992 millones de dólares, este año va a ser récord en cuanto a montos de remesas”, dijo López Obrador, en una de sus conferencias de la semana pasada.

La inmensa mayoría de los migrantes mexicanos se han ido a los Estados Unidos ante la imposibilidad de encontrar un trabajo decoroso, digno, suficiente para satisfacer las necesidades de la familia; es decir, un fracaso de la política económica nacional.

Es cierto, éste no es un fenómeno que se haya originado en el gobierno actual; data, en su expresión moderna, de unas ocho décadas (Segunda Guerra Mundial), pero que se recuerde ningún gobierno mexicano había presumido la recepción de remesas como un logro económico nacional ni mucho menos lo había hecho motivo de orgullo, pero el presidente lo consideró necesario ante la debacle de la economía nacional, que –es cierto se ha agravado por la pandemia del covid19, pero que ya estaba presente de antes de ésta. (Gerardo Galarza, El Sol de México, Análisis)

 

Perdón, pero… // Soluciones simplistas

Los medios de comunicación y las redes sociales han permitido que prácticamente todos los pobladores con un teléfono inteligente puedan expresarse y constituyan su pequeño mini-movimiento de opinión. Eso ha hecho que nuestras sociedades y esos medios se conviertan en cajas de resonancia de millones de opiniones y de demandas, de exigencias y de posiciones políticas.

Hay quien responsabiliza a los migrantes de todos los males y ofrece un muro para resolverlos, por ejemplo. Hay quien señala al neoliberalismo o a la corrupción y pretende que con bajar el sueldo a los altos funcionarios o vender un avión presidencial se emprenderá el camino al bienestar general.

Por eso el estado social que vive México, como el de muchos otros países, es de agitación permanente. Por la misma razón, otras soluciones igualmente simplistas se pueden apoderar rápidamente del estado de insatisfacción generalizada entre la población. Misma que solo va a crecer en el futuro próximo, dada la crisis económica, la descontrolada violencia social y el creciente número de muertes por una torpe gestión de la pandemia. Más lo que se acumule. (Roberto Blancarte, Milenio Diario, Fronteras, p. 15)

 

Trata de personas

El pasado 30 de julio se conmemoró el Día Mundial contra la Trata de Personas, uno de los fenómenos delictivos más lacerantes, que se ha recrudecido en los últimos años.

México es considerado un país de origen, tránsito, destino y retorno de víctimas de trata de personas, lo que implica que en diferentes contextos locales y de movilidad, distintos grupos poblacionales se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Entre estas poblaciones se encuentran: personas migrantes o en contexto de movilidad, nacionales o extranjeras en tránsito a Estados Unidos; personas extranjeras que llegan a México, solicitando refugio o refugiadas y personas que migran internamente por cuestiones laborales o por situaciones relacionadas con desastres naturales, cambio climático o violencia.

Contar con una ley que encara el problema con un enfoque de derechos humanos constituye un aspecto positivo, sin embargo, la ley enfrenta de manera inadecuada la composición del fenómeno, ya que establece varios tipos penales de los cuales, solo uno, se relaciona con la definición de trata con base en el Protocolo de Palermo.

Lo anterior, dificulta la adecuada identificación y persecución del delito, con consecuencias desafortunadas, entre éstas, que existan sentencias contra personas que no cometieron trata sino otros delitos relacionados, así como la dificultad para acreditar el delito en casos que lo ameritan, generando impunidad, por lo que es necesario impulsar una iniciativa de reforma que defina claramente el delito de trata de personas, diferenciándolo de los delitos en materia de explotación, lo que permitiría enfrentar los altos niveles de injusticia e impunidad en las distintas modalidades que adopta la trata de personas, y superar la ineficacia actual para prevenir, sancionar y erradicar este fenómeno delictivo. (Alejandro Encinas, El Universal, Opinión)

 

Bajo reserva

Vendrán más urnas de Nueva York.- Ayer lunes, en el consulado de México en Nueva York, que dirige Jorge Islas López, comenzó nuevamente la recolección de urnas con cenizas de mexicanos que fallecieron en Estados Unidos, a consecuencia del Covid-19. Nos dicen que la representación diplomática tendrá el doloroso proceso de recepción de urnas hasta el 21 de agosto próximo, y se prevé que sea a finales de agosto cuando nuevamente se lleve a cabo una repatriación masiva de mexicanos fallecidos en Estados Unidos, como la que se dio el mes pasado. (El Universal, Nación, p. 2)

 

¿Presidente Biden?

Joe Biden se ve feliz, relajado, reconectando con viejos amigos. Tomándose el tiempo para seleccionar a su vicepresidenta. ¿Y cómo no? Si la pandemia del coronavirus le cayó como anillo al dedo. Lo que antes parecía impensable, hoy parece ser cuestión de tiempo, de 90 días: derrotar a Trump el próximo 3 de noviembre. Hoy Biden ya se vio en la Casa Blanca y los demócratas tienen la esperanza de mantener la Cámara de Representantes y hasta de tomar el Senado.

Quienes ven nubarrones en el horizonte de la relación bilateral con México ante un triunfo de Biden, tal vez se darían de topes si al ganar el demócrata retoma la tradición trilateral, perdida con Trump, de invitar como Presidente electo al premier canadiense y al presidente mexicano a DC y a celebrar los nuevos aires de la relación bilateral. Éste podría parecer un escenario muy optimista, pero como he argumentado, la madurez de la relación bilateral hace que se haya podido sobrevivir al militarismo de Bush, a las deportaciones de Obama y a la xenofobia de Trump, por lo que un enojo de Biden puede ser lo de menos. Biden relanzaría la relación y espero que con temas más suaves: comercio, crecimiento económico, control de la pandemia regional y con la esperada y debida reforma migratoria. Toca hacer el ejercicio de cómo sería un segundo mandato de Trump. (Genaro Lozano, Reforma, Opinión)