Opinión Migración 100921

A la sombra | Francisco Garduño

Al parecer, en el Senado de la República quieren hacer notar finalmente su independencia del Poder Ejecutivo, pues, por lo que ocurre en la frontera sur del país, pretenden llamar a comparecer a un personaje al que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido en sus recientes conferencias mañaneras. En específico, los legisladores llamarán a la tribuna al titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, para dar cuentas sobre la estrategia de contención de migrantes que se lleva a cabo en Chiapas, en donde se han documentado faltas graves a los derechos humanos por parte de agendes del INM y de la Guardia Nacional, mismos que podrían incluso derivar en responsabilidades penales. (El Sol de México, República, p.2)

Quebradero / De la “contención” a la detención

Guatemala, Honduras y El Salvador podrán cambiar gobiernos, pero no significa que ello sea sinónimo de transformaciones; gobiernos van y vienen y los problemas se agudizan y se enquistan.

Son naciones que viven en medio de la pobreza, la violencia y en muchas de sus comunidades prevalece la ley de los terratenientes y bandas, como la Salvatrucha, y las que bajo su amparo o sin él han venido surgiendo.

Una de las causas medulares de la migración se debe a que la gente vive al límite. Las familias les piden a sus hijos que se vayan, que no se queden, que hagan lo que sea con tal de no exponerse a las bandas delincuenciales. Los migrantes saben que al salir y recorrer su país termina por ser un riesgo de grandes proporciones, también saben que recorrer México es un problema de mayor dimensión, es el verdadero riesgo que llega a estar entre la vida y la muerte.

Se debe ubicar en el tema migratorio lo que se vive políticamente en la región. Los gobiernos de EU y México han colocado a la economía como el centro de atención para atacar la migración y está claro que las razones políticas son cada vez más importantes.

Las condiciones políticas en muchas comunidades de estas naciones son de una violencia tal que ha llevado a una descomposición social que rompe cualquier posibilidad de convivencia.

Sin duda se necesita dinero, inversión y generación de empleos, pero es prioritario tener en el radar la relevancia de buscar procesos de reconciliación porque se ha vivido en medio del odio, la violencia, el rencor, la violencia de género, la pobreza y la impunidad absoluta.

Los aparatos de justicia son parte de la imposición y control de terratenientes, bandas delincuenciales e incluso gobiernos locales que los utilizan para imponer sus reglas y condiciones.

El Gobierno mexicano no se puede permitir una nueva falsa salida como ocurrió con la gestión de Trump. Los escenarios se llenaron de promesas y en particular desde nuestro país se asumió una actitud pasiva que lo único que hizo fue postergar la situación, la cual hoy está al límite.

La migración ha aumentado porque en muchos casos no hay manera de quedarse en el lugar de origen, pero también porque de manera perversa se hace ver a quienes quieren migrar que hay condiciones para ello lo que al final no es otra cosa que un engaño de los líderes y oportunistas que llevan a los migrantes con la delincuencia organizada y con “polleros” a quienes poco o nada les importa la vida de hombres y mujeres que ponen en ellos su esperanza y su dinero.

El problema que tenemos en la frontera sur se ha agudizado por la ausencia de protocolos y por la falsa idea de que el Gobierno quiere proteger a los migrantes de las bandas delincuenciales.

La violencia ejercida no para y es falso que se esté castigando a quienes la ejercen para detener a los migrantes. Ayer nos decía el activista de migrantes en Tapachula, Luis Villagrán, que lo que dijo el Presidente respecto a que dos agentes de migración habían sido cesados por ello no es cierto.

En un documento en nuestro poder de la Función Pública se asegura que “esta autoridad administrativa emitió un acuerdo de Archivo por Falta de Elementos toda vez que de la investigación realizada, no se desprendieron elementos suficientes de convicción jurídica para determinar faltas administrativas a servidores públicos adscritos al INM”. (30 agosto 2021).

El Gobierno mexicano ha pasado de la “contención” a la detención y en muchos casos a la violencia. Estamos cerca de la tentación de crear campamentos de refugiados en medio de una crisis, como decíamos ayer, que ya tiene tintes de humanitaria. (Javier Solórzano Zinser, La Razón, La 2, p.2)

A Puerta Cerrada / AMLO y su guerra antiinmigrante

 “No aceptamos presiones, no somos peleles de Estados Unidos”, sentenció hace unos días el presidente López Obrador ante el descomunal descalabro que ha sido la política migratoria en su administración.

Las imágenes de cientos de migrantes siendo cazados en la frontera sur han derrumbado nuevamente el discurso del gobierno “humanista”. La Guardia Nacional (GN) y el Instituto Nacional de Migración (INM) dieron una cátedra del desmedido uso de la fuerza con dolo, alevosía y ventaja. Migrantes humillados, golpeados, niños llorando y familias separadas fueron escenas que desmintieron la narrativa de aquel presidente electo que en el periodo de transición en el 2018 prometió a partir del 1 de diciembre visas de trabajo a todos los que quisieran ingresar al país. Vociferando atender el asunto con alternativas, con respeto a los derechos humanos y dar opciones en lugar de deportaciones y otras medidas de fuerza. Promesas, pues.

Casi tres años después esa maldita realidad le ha mostrado con hechos las consecuencias de la palabrería fácil, ligera e irresponsable.

México está en la disyuntiva que la cuatroté originó y buscó al abrir la frontera sur de manera desordenada, sin plan, nula estrategia, escenarios de prospectiva ni control alguno. La ignorancia en la falta de planeación estratégica en un asunto de seguridad nacional y bilateral mantiene una tensión permanente con Estados Unidos haya sido con el gobierno de Trump y actualmente con el de Joe Biden.

El fenómeno migratorio es un problema que se ha desbordado y que este gobierno no ha sabido enfrentar y cuya apuesta por la contención física sumará un fracaso más en el marco de una larga tragedia anunciada.

Justificarle a los migrantes que se les detiene porque se les quiere “cuidar” defendiendo la brutal actuación de los elementos de la GN y del INM raya en lo grotesco y muestra a un régimen que simula protección de los derechos humanos.

El sombrero de los alegatos presidenciales se vacía rápidamente. Ante cualquier tropiezo el Ejecutivo busca cada mañana distraer con pirotecnia, señalamientos y persecuciones políticas.

Sin embargo, el asunto migratorio fue uno de los temas abordados en la junta del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) en Washington. La política mexicana de abrazos para las organizaciones criminales y el caos por la incontrolable migración está impactando la imagen de la Casa Blanca sumando además, la genuina preocupación de una frontera porosa que podría invitar al terrorismo como una de las consecuencias de la desastrosa salida de los Estados Unidos en Afganistán.

La cuatroté erigida como el muro en una guerra contra los migrantes sin comprender que el fenómeno tiene sus causas y un origen en la causalidad económica que es la que en el fondo determina las condiciones sociales, limita o posibilita un escenario de buena o mala calidad de vida. Esto no se resolverá en el corto plazo ni con misivas de buena voluntad y López Obrador está obligado a encontrar una salida viable de su laberinto para las miles de personas en tránsito y varadas en territorio nacional.

Pretender repartir culpas y responsabilidades cuando el origen de la actual crisis fue la errática implementación de su política, es aspirar a un juego de suma cero.

Empero la realpolitik asomará su rostro y la presión internacional apretará la soga en el cuello de este gobierno y su guerra contra miles de personas que, de paso, enfrentan la corrupción en las filas del INM, la GN, autoridades municipales y estatales y sus complicidades con la delincuencia organizada.

Peor, imposible. (Marcela Gómez Zalce, El Universal, A2, p.2)

México-EU: retomar el camino

Sostenido ayer en Washington D.C., el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) entre México y Estados Unidos, con mira a definir prioridades estratégicas en temas comerciales y económicos conjuntos, marca una reanudación de este mecanismo bilateral luego de 5 años de que en el gobierno de Donald Trump se suspendiera y la pandemia de coronavirus obligara a ponerlo en pausa durante 2020.

Es una noticia excelente el que se reanude por fin este importante encuentro que en 2016 emprendieron los entonces presidentes Barack Obama y Enrique Peña Nieto. Y mejor aún que se restablezca con un ánimo de relación constructiva y no punitiva como lo pretendió Trump, puesto que una sociedad como la de México y Estados Unidos requiere de una constante y cercana comunicación porque hay infinidad de problemas comunes.

Es una lástima que este diálogo no se haya reanudado antes porque habría permitido actuar con una mayor coordinación y unir fuerzas ante desafíos como el que ha supuesto para los dos países y para el mundo la pandemia de Covid-19 o las olas migratorias promovidas por la crisis económica y la violencia desatada por la delincuencia organizada e incluso el riesgo global que representa el cambio climático y que está a todas luces dejando de ser solo una teoría científica para transformarse en una angustiosa realidad.

Este encuentro debe servir también para que ambos gobiernos pongan atención a lo que ocurre en Centroamérica, pues si no se logra mejorar la vida allá, automáticamente se convierte en un problema tanto para México como para Estados Unidos que es, finalmente, el destino de casi todas las rutas migratorias en el continente.

La vicepresidenta Kamala Harris reveló que para Estados Unidos es un interés prioritario la estabilidad económica mexicana y atender las causas de la migración, tanto la mexicana como la centroamericana.

Si bien es loable este acercamiento bilateral en América del Norte, no hay que olvidar que Canadá forma parte importante de esta zona geográfica, por lo que es buen momento de hacer votos para que pronto se verifique una reunión trilateral para potencializar aún más a la región. (El Universal, Editorial, p.12)

Gran Angular / EU voltea de nuevo a ver a México… ¿para no depender de China?

No es mera retórica diplomática la reactivación del Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos (DEAN) que tuvo lugar ayer en Washington.

El encuentro sostenido entre los equipos encabezados por la vicepresidenta de EU, Kamala Harris y el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard en el señero Old Executive Office Building, a un costado de la Casa Blanca, tuvo mucho más fondo que los delicados, aunque coyunturales reclamos de empresas estadounidenses que acusan a nuestro país de incumplimientos del T-MEC; y que la crisis migratoria recrudecida en estos días en la frontera sur mexicana.

¿Qué significa y qué resultó de la reactivación del DEAN?

Que México se comprometió a insertarse al mecanismo de seguridad comercial de las cadenas de suministro planteada por el presidente Biden como parte de su estrategia para “Reconstruir mejor Estados Unidos-2030”, a cambio de inversión en el sur del país y Centroamérica, como parte de la estrategia planteada por el presidente López Obrador para detonar el desarrollo de la región y crear los empleos que retengan el flujo migratorio.

Visto objetivamente, se replantearon los términos de la cooperación entre los dos países. México lleva años inserto en la estrategia de seguridad de Estados Unidos que esta vez, por interés propio, compromete, a través de donaciones y préstamos, 250 millones de dólares en nuevas inversiones para impulsar el desarrollo de infraestructura en el sur-sureste mexicano y Centroamérica.

Al término de la reunión del DEAN, Kamala Harris reiteró ese compromiso de inversión y Marcelo Ebrard declaró que nuestro país reconoce que vamos hacia una competencia cada vez más global, por lo que México se incorpora a la estrategia de seguridad comercial de las cadenas de suministro estadounidenses “por voluntad propia y a propuesta nuestra”, para “tener un crecimiento acelerado de inversión”.

Las cadenas de suministro son para el presidente Biden, el pilar de su seguridad comercial. Por eso firmó el pasado 24 de febrero una orden ejecutiva para reforzar su abastecimiento doméstico en sectores estratégicos. Esto para reducir su vulnerabilidad frente a suministros externos, sobre todo de China.

En ese sentido y durante su visita a México el pasado 9 de junio, la vicepresidenta Kamala Harris manifestó especial interés en el papel que juega México en la seguridad de Estados Unidos y enfatizó que debe fortalecerse la confianza mutua y facilitar inversiones estadounidenses, de manera particular en el sur del país.

Muy claramente sugirió que México debe permitir inversión de empresas estadounidenses en el Istmo de Tehuantepec, donde el corredor desarrollado por el gobierno de AMLO jugaría un papel crucial al reducir costos en los precios de los combustibles, sortear el alza de tarifas del Canal de Panamá y absorber parte del tráfico comercial Asia-Costa Este de Estados Unidos.

Hasta ahora no hay nuevas inversiones de empresas estadounidenses en el sur de México y sí una mayor presencia de empresas chinas en las megaobras insignia de la 4T. De acuerdo con datos del Laboratorio de Análisis en Economía y Comercio Exterior de la UNAM, la empresa paraestatal china “Communications Construction Company” está coinvirtiendo en la construcción del primer tramo del Tren Maya, mientras que el Banco de China y el Banco Industrial y Comercial de China participan en el financiamiento de la refinería de Dos Bocas con alrededor de 600 millones de dólares.

De manera que, con la comprometida inversión estadounidense en la región como parte de su estrategia de seguridad de las cadenas de suministro, el gobierno de Biden estaría abriendo un frente directo de competencia global con China, interés que se extiende al suministro de minerales que son parte esencial de sus productos de defensa y alta tecnología: fibra de carbono en aviones y “tierras raras” como el litio, en motores eléctricos y baterías.

No se olvide que el Servicio Geológico de Estados Unidos reconoce que nuestro país tiene 1.7 millones de toneladas de reservas de litio, lo que lo coloca como el noveno en el mundo con la mayor cantidad.

Por eso le digo que la reactivación del DEAN no solo fue retórica diplomática. (Raúl Rodríguez Cortés, El Universal, Opinión, p.12)

Trascendió

Que este jueves Porfirio Muñoz Ledo visitó al coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, para hablar de la nueva Ley del Congreso, que, dijo, es de su autoría. Sobre la política migratoria planteó que es un tema complicado y hay “mucha presión” del gobierno de Estados Unidos, por lo que se debe privilegiar la protección de derechos humanos y la ampliación de refugio. (Milenio, Al Frente, p. 2)

Templo Mayor

LA BUENA noticia es que Marcelo Ebrard logró abrir una nueva etapa en la relación bilateral, al reinstalar el Diálogo de Alto Nivel con Estados Unidos. La mala noticia es que parece ser un diálogo de sordos, pues ambas delegaciones hablaron de cosas muuuy distintas.

LLAMA la atención, por ejemplo, que entre los “cuatro pilares” de esta nueva relación, el gobierno norteamericano le da prioridad a cosas que al gobierno mexicano no le interesan mucho: la ciberseguridad, el desarrollo tecnológico, el flujo de datos y, en general, tener un espacio digital seguro. La delegación mexicana asiente en Washington, mientras en México hasta a Pemex le hackean los sistemas.

SE VE COMPLICADO que puedan trabajar de manera conjunta en asegurar el intercambio digital de información para las cadenas de producción entre ambos países, cuando acá el propio Presidente desprecia el uso de la tecnología y cree más en el trapiche impulsado por burro que en las computadoras.

PARA COLMO el gobierno de Joe Biden sigue sin pelar la petición nacional de que reabra la frontera terrestre. Otra de las peticiones mexicanas, que EU invierta en “Sembrando Vida” para Centroamérica, quedó en un “apoyo técnico”, whatever that means. (F. Bartolomé, Reforma, Opinión,p.8)

Lázaro, Pedro Garfias y la migra

Hace unos días, las pantallas de televisión se llenaron con las imágenes terribles de agentes del Estado Mexicano tratando de detener a migrantes centroamericanos y caribeños. A todos impactó el odio de un agente fronterizo que aplastaba la cabeza de uno de aquellos hombres que buscaban ingresar al país.

El migrante Garfias describió su arribo al puerto de Veracruz: “Derribadas las frentes, desgarrados los pechos, los hombres como arenas de cristales espesos y las mujeres altas como torres de hielo. ¿Qué éramos ante el signo de la mañana?… ¿Qué éramos? De pronto, se hizo añicos de luces el silencio y una gran muchedumbre de voces respondieron: ¡Viva la España libre!… Las mujeres se irguieron y mostraron sus niños como racimos tiernos. Los hombres restallaron como trigales secos, los ancianos lloraron… y todos comprendieron. ¡Éramos mexicanos! Campesinos y obreros abrían sus costados y sus brazos enérgicos. Y un hombre avizoraba, gravemente a los lejos. Cárdenas que tu nombre arda en todos los pechos como en todas las frentes el nombre de tu pueblo”.

La migración suele usar varios nombres: éxodo, destierro, exilio, entre ellos. México tiene que reflexionar sobre su responsabilidad histórica con la migración. Me congratulo por el país que salvó a Evo, pero me duele el que reprime a los pobres del caribe. (Rubén Moreira, El Sol de México, Análisis, p.14)

Apuntes Globales / Mecanismos en vez de reuniones de emergencia

Urge fortalecer y reinventar los mecanismos de consulta bilateral entre México y Estados Unidos. Por eso fue tan importante la celebración del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) ayer en Washington, el cual no se llevaba a cabo desde febrero de 2016.

A la par de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) al inicio de los años 90, se realizó un importante fortalecimiento de los mecanismos de consulta bilateral: las cumbres presidenciales, la Comisión Binacional, la Conferencia de Gobernadores Fronterizos y las reuniones interparlamentarias. Sin embargo, en el curso de los últimos 15 años todos los mecanismos bilaterales se han debilitado al punto de que sólo sobrevive el DEAN.

Las cumbres presidenciales se regularizaron desde el encuentro entre Manuel Ávila Camacho y Franklin D. Roosevelt en 1943. Desde la década de 1990, se convirtieron en el mecanismo concentrador de las decisiones más relevantes. Más aún, nuestra diplomacia logró que los cuatro mandatarios que antecedieron a Trump (2017-2021) –George H.W. Bush, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama– tuvieran una relación estrecha y personalizada con sus contrapartes mexicanas.

Las cumbres presidenciales detonaron los grandes avances de la relación bilateral. El TLCAN, por ejemplo, fue esbozado por primera vez en el encuentro como presidentes electos entre Carlos Salinas y George H.W. Bush en noviembre de 1988 en Houston, Texas. La Iniciativa Mérida, el mecanismo más avanzado de cooperación en seguridad, fue acordada durante en el primer encuentro que sostuvieron Felipe Calderón y George W. Bush en marzo de 2007, precisamente en la capital de Yucatán.

La llegada de Trump a la Casa Blanca en enero de 2017 y de AMLO a la Presidencia en diciembre de 2018, desinfló a las cumbres presidenciales como mecanismo decisorio. A Trump había que evitarlo por radioactivo y AMLO insistía en que la mejor política exterior es la interior.

La Comisión Binacional, creada en 1981, experimentó sus mejores momentos en la década de 1990 y al arrancar el presente siglo. Encabezada por la Cancillería y la Secretaría de Estado, permitía que ambos gabinetes dedicaran un día completo a pasar revista a los temas principales de la relación bilateral. Sin embargo, no se reúne hace más de una década. Francia y Alemania, por hacer una comparación, realizan una comisión binacional dos veces al año.

Las reuniones interparlamentarias y las conferencias de gobernadores fronterizos no han sido convocadas en aproximadamente una década. La polarización política, especialmente de Estados Unidos, está en la base de la parálisis. ¿Qué interés tendría el archiconservador gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, promuro y cazamigrantes, de reunirse con sus similares mexicanos o con los gobernadores promigrantes de California y Nuevo México?

Los mecanismos de consulta bilaterales, así como los acuerdos y tratados, son el andamiaje institucional con el que se maneja la compleja y asimétrica relación bilateral. Cuando se reúnen de manera periódica obligan a los funcionarios de ambos países a darle seguimiento a los acuerdos y avanzar en la solución de controversias. Los mecanismos y los acuerdos como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sucedió al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), nos permiten depender menos del líder en curso, es decir, de qué tan pro o antiestadounidense es.

Por ejemplo, el divisivo tema migratorio no se ha discutido en un foro oficial desde que dejó de reunirse la Comisión Binacional. De manera que los funcionarios mexicanos sólo dialogan sobre el tema con sus contrapartes de Estados Unidos cuando explota un incidente migratorio. Esto es, se reúnen de emergencia para sacar al niño del pozo en vez de tapar el pozo.

La última vez que se reunió el DEAN fue presidido por Joe Biden y por Luis Videgaray, en ese entonces vicepresidente y canciller, respectivamente. Ayer la vicepresidenta Kamala Harris presidió la reunión y estuvo acompañada de la plana mayor del gabinete: el secretario de Estado, Antony Blinken; el secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas; la secretaria de Comercio, Gina Raimondo; la representante de Comercio Exterior, Katherine Tai, y el nuevo embajador estadounidense en México, Ken Salazar. Por parte de México acudieron Marcelo Ebrard, canciller, y Tatiana Clouthier, secretaria de Economía. Es decir, una minicumbre bilateral para impulsar los temas económicos y seguir desactivando las crisis migratorias en ambas fronteras mexicanas.

La reunión del DEAN fortalece la institucionalidad en la relación entre México y Estados Unidos. Sienta a los actores principales de la relación bilateral en un foro de consulta que, en principio, debe ser periódico, y los obliga a coordinar acciones para evitar, en la medida de lo posible, las emergencias. (Rafael Fernández de Castro M., El Financiero, Opinión, p.30)

Estrictamente Personal / El día que todo cambió

¿Recuerda usted qué estaba haciendo el 11 de septiembre de 2001 cuando un Boeing 767 de American Airlines con 76 mil litros de combustible se estrelló en el piso 80 de la Torre Gemela norte en Nueva York? En Estados Unidos, de acuerdo con el Pew Research Center, el 93% de los mayores de 30 años tiene presente exactamente dónde estaba y qué estaba haciendo. Las imágenes de cómo escupía fuego la torre capturaron la atención de millones en el mundo que se quedaron catatónicos frente a las pantallas de televisión. En Inglaterra, a los 10 minutos del primer impacto, 4 millones de personas prendieron sus televisores, y ocho minutos después vieron cómo el avión de United Airlines se estrelló en el piso 60 de la torre sur. Doce millones más de personas encendieron sus aparatos.

En una sociedad que una década antes había visto el bombardeo sobre Bagdad en tiempo real transmitido por CNN y comenzaba a conectarse con el mundo al instante en que sucedían las cosas, el pasmo con el que observó lo inimaginable abrió la puerta de algo que, en ese momento, no veía con claridad y profundidad. Las Torres Gemelas estaban en Wall Street, donde la Bolsa, los bancos y las instituciones financieras fueron evacuadas. El primer día del ataque el mercado cayó 7.1%, y sus repercusiones se sintieron en el mundo. La economía de la ciudad de Nueva York perdió 90 mil millones de dólares y 150 mil empleos, 60% de ellos en el sector financiero y la transportación aérea.

Ese 11 de septiembre de hace 20 años, todo se interrumpió. En menos de cinco horas, todos los vuelos hacia y desde Estados Unidos fueron suspendidos, al aplicarse de emergencia la Operación Listón Amarillo, y los únicos que esa tarde volaron fueron el Air Force One, con el presidente George W. Bush a bordo, y sus dos cazas de protección. La aviación tuvo una colosal disrupción, y la incertidumbre sobre nuevos ataques paró al transporte y la vida. Pero cuando esa nación comenzó a recuperar la vida y el orden, comenzó una cascada de cambios que alteraron para siempre al mundo.

A los dos meses del ataque se fundó la Agencia de Seguridad de Transporte, que modificó la manera de viajar por avión. Sus agentes fueron entrenados en comportamiento de conductas, y equipos de escaneo fueron introducidos para revisar los cuerpos. Todos los pasajeros fueron obligados a quitarse los zapatos –porque ahí se podían esconder armas–, suéteres, cinturones, y las computadoras tuvieron que pasar a revisión sin nada que las cubriera. Se prohibió introducir pequeñas tijeras o encendedores a los aviones, y las puertas de la cabina de tripulantes en los aviones fueron reforzadas con blindajes capaces de resistir granadas para impedir que fueran vulneradas como sucedió con los aviones que se utilizaron como misiles terroristas, y comenzaron a viajar alguaciles vestidos de civil y mezclados entre pasajeros, como policías del aire.

Lo que hizo Estados Unidos se replicó en el mundo. Los aeropuertos y los departamentos de seguridad comenzaron a verificar los antecedentes de sus empleados, que empezaron a utilizar credenciales con códigos de seguridad, y los agentes migratorios endurecieron sus interrogatorios intimidatorios con los viajeros. Varios departamentos de policía en el mundo comenzaron a adiestrar a sus agentes con tácticas antiterroristas para combatir a vulgares criminales, y las calles de las ciudades multiplicaron sus cámaras con reconocimiento facial conectado a las bases de datos de los servicios de inteligencia y policiales de los países más avanzados en esos campos. Los edificios públicos y privados en muchas partes del mundo instalaron arcos de seguridad y magnetómetros para entrar, así como revisiones aleatorias de los visitantes.

El gobierno de Estados Unidos tuvo su reorganización más profunda desde la Segunda Guerra Mundial, creándose el Departamento de Seguridad Interna, que fusionó 22 dependencias gubernamentales, y reconstruyendo las alianzas globales. El Congreso le regaló a Bush el Acta Patriota, que le dio un poder que no tuvieron los presidentes ni en tiempos de las grandes guerras. Aquel día del ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono, la CIA llamó a su jefe de Estación en México, José Rodríguez, para que encabezara la Unidad Contra Terrorista para cazar a quien responsabilizaron de los atentados, Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda.

Rodríguez modificó los sistemas de inteligencia en el mundo y creó modelos de interrogación con herramientas de tortura que, para quedar fuera del alcance de las leyes estadounidenses, instaló en hoyos negros en varias partes del mundo, a donde llevaban sospechosos de terrorismo mediante acciones de secuestro donde estuvieran, que llamaban “rendition”. Guantánamo fue el epicentro de esas acciones y Rodríguez no pisó la cárcel por las violaciones a los derechos humanos porque, una década después, esas técnicas brutales le permitieron a la CIA descubrir la casa paquistaní donde se escondía bin Laden.

Hace 20 años comenzó la guerra contra el terrorismo, que jamás nos dejará, y un irracional odio antimusulmán que no pocas veces se expresó con violencia, lo que provocó una mayor división en un conflicto que años antes Samuel Huntington había diagnosticado en su libro La tercera ola, como guerras culturales y religiosas. La propaganda acompañó todo este proceso, alterando a las industrias culturales y del entretenimiento, que llegó a excesos clandestinos, como el que el Pentágono pagara a la liga de futbol americano profesional millones de dólares para que en cada partido hiciera un homenaje a miembros de las Fuerzas Armadas. Pero como siempre ha hecho Hollywood, acompañó el proceso. Antes de un año de los atentados terroristas, se estrenó en televisión la serie 24, donde el protagonista Jack Bauer ayudó a normalizar la tortura en la sociedad.

Muy probablemente se acuerde dónde se encontraba aquella mañana del 11 de septiembre hace 20 años, donde el mundo, como lo conocíamos, cambió por completo y nos hizo más inseguros y más inciertos del futuro. (Raymundo Riva palacios, El Financiero, Opinión, p.40)

Sobreaviso / Humanismo ¿revocable?

Con su cauda de tragedia, la pandemia, los desastres naturales y la migración han rebasado la capacidad de reacción y atención del gobierno y están haciendo cisco el humanismo del cual se precia el presidente Andrés Manuel López Obrador, como eje de su práctica ética y política.

Ante esa realidad es un sinsentido llevar a cabo un ejercicio revocatorio-ratificatorio del mandato presidencial, destinándole 3 mil 800 millones de pesos, además de esfuerzo y energía, cuando faltan fondos para aliviar el sufrimiento. El horno y el dolor social no están para bollos o rollos políticos.

En estos días difíciles, la tentación de pasar a la historia por sujetar con carácter vinculatorio y por primera vez el mandato presidencial a la opinión pública es un exceso, más relacionado con la vanidad que con la humildad política. ¿Tiene caso realizarlo a sabiendas del grado de aprobación presidencial y del resultado, gastando dinero susceptible de apoyar causas humanitarias?

Visto que los programas sociales y las obras públicas emblemáticos del sexenio han sido privilegiados presupuestalmente y han llegado a un punto de no retorno –aunque todavía se podría escalonar por etapas la construcción del Tren Maya, en vez de abrir frentes de obra múltiples–, la gerencia de los muy escasos recursos para atemperar las tragedias en curso debe cuidarse y aplicarse con esmero, por no decir con humanismo.

Desde esa perspectiva y considerando que las crisis migratoria, sanitaria y climática con su devastador efecto económico y social van a continuar y complicarán la recuperación, insistir en despilfarrar en un capricho político adquiere visos de insensatez y egoísmo. Y egoísmo, según el diccionario, es “inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás”.

Hacer historia juntos o separados no es desarmar viejas estructuras sin armar nuevas, mucho menos establecer nuevas efemérides, cambiar la nomenclatura de calles, plazas o glorietas, como tampoco reemplazar estatuas o, bien, estrenar instrumentos de participación directa en la democracia que, en la adversidad, son un lujo extravagante, un acto de ostentación política.

Hacer historia exige mucho más: cambiar paradigmas y construir con visión, grandeza, modestia, equilibrio y, sobre todo, con capacidad y entereza para reconocer límites y horizontes. Sí supone sacrificio, pero no martirio.

Las desgarradoras escenas de los migrantes haitianos, cubanos, venezolanos y centroamericanos no se desvanecen bajo el argumento de deportarlos, echarlos o expulsarlos como se ha hecho, por su propio bien.

Si se les contiene para protegerlos de la delincuencia, mejor emplear a la Guardia en el rescate del territorio bajo dominio criminal, en beneficio nuestro y de ellos. No es debido rebajar a calidad de parias a los migrantes en tránsito, nacionales y extranjeros, para luego –de llegar a su destino y enviar remesas– darles rango de héroes anónimos y presumir su expulsión como un gran logro.

Aunque se niegue, el interés del gobierno estadunidense por evitar que la migración arruine su posibilidad reelectoral ha puesto contra la pared a la administración mexicana. Y qué bueno insistir en la necesidad de atender ese fenómeno a partir de planes de desarrollo e inversión en el lugar de origen, pero eso tardará si la idea es tomada en cuenta. Mientras, y dada la situación social y económica, acompañada de desastres naturales en la región, la migración persistirá, si no es que aumenta. Entonces, urge aplicar recursos de aquí, allá y acullá para, al menos, dispensar un trato humano a quienes han sido arrojados de su tierra. Pese a su carácter ancestral y milenario, la migración hoy es una emergencia.

Se requieren poner en práctica valores, no sólo intereses. ¿Participarán los migrantes mexicanos en el ejercicio revocatorio si alcanzan su destino, mandan remesas y se instalan urnas electrónicas?

A esas escenas se suman las estampas nacionales. El drama, a veces la desgracia de los enfermos, los damnificados, los desplazados y la pena de los familiares de ejecutados o desaparecidos, sin hablar de los pobres de siempre o de quienes no han recuperado su trabajo.

La crisis sanitaria no sólo se limita a la pandemia, se expande a los servicios y los insumos de salud. Y a los enfermos que la padecen, ahora, la temporada de huracanes y por lo visto de temblores, incorpora a quienes de un golpe pierden su casa o patrimonio, ven caer el puente o estropearse la carretera que les permitía comunicarse y resienten cómo se anega o desfallece la esperanza. Aquella crisis y la temporada obligan, sobre todo ya no habiendo guardaditos, fideicomisos ni disposición a reasignar el gasto, a velar por los muy pocos recursos destinados a paliar la calamidad en turno, esperando que nuevos eventos no la agraven.

Por eso disuena sostener la revoca-ratificación del mandato, destinándole fondos cuando estos faltan para asuntos vitales.

Suma centenas de miles el ejército de personas afectadas por los fenómenos y los problemas que han vulnerado su esperanza, condición de vida o, peor aún, sobrevivencia.

Mitigar la situación de la gente golpeada por la inclemencia o la falta de salud, trabajo o seguridad lleva a no gastar donde no se necesita. Se está a tiempo de cancelar la consulta revocatoria-ratificatoria del mandato presidencial, de no tirar dinero.

No es cosa de bajarle el costo al ejercicio, llevarlo a cabo sin importar cómo sale porque de antemano se conoce el resultado. Es hora de mostrar humanidad y solidaridad, sensibilidad ante la circunstancia. (Juan Antonio García Villa, El Financiero, Opinión p.34)

 A Fuego Lento / Reforma educativa inconclusa

 La Comisión Nacional de Derechos Humanos y la ONU pidieron al Estado mexicano garantizar las condiciones de seguridad en el trabajo de los defensores de los derechos humanos y de los periodistas para que puedan realizar su legítima labor de monitoreo, documentación y comunicación del flujo migratorio en Chiapas. También exhortaron al Instituto Nacional de Migración, a la Guardia Nacional y al resto de las autoridades involucradas garantizar que los compromisos de México sean cumplidos por su personal en los operativos migratorios y, sin condiciones, se apeguen a la legalidad y respeten los derechos humanos. (Alfredo González, El Heraldo de México, Opinión, p.6)

La Gran depresión / Una reunión en desnivel entre México y Estados Unidos

México y Estados Unidos siempre tendrán una relación desnivelada porque son dos países con realidades diferentes, a pesar de tantas cosas que se comparten en común.

Ha sido una virtud el tener un acuerdo comercial con Estados Unidos desde hace casi 30 años, porque esa relación ha sido un sustento básico para la economía mexicana. Es un despropósito descomponer ese vínculo tan necesario para este país.

De entrada, si hoy existe el T-MEC fue porque se tuvo que renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte bajo las amenazas de Donald Trump.

Evidentemente que uno de los primeros aspectos que se tienen que recalibrar en la relación bilateral fue ese ambiente de confrontación que dejó sembrado el expresidente republicano, por más que tuviera una tan empática relación con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

En esta relación bilateral dispar, mientras que el gobierno mexicano piensa cómo convencer al gobierno de Estados Unidos para reabrir la frontera terrestre cerrada desde marzo del año pasado, La Casa Blanca busca la manera de mantener blindada su frontera sur para frenar el flujo de migrantes ilegales.

En esta reunión en desnivel se encuentran dos gobiernos con visiones opuestas del futuro energético de la región.

Durante mucho tiempo México fue una prioridad energética para Estados Unidos, porque era un socio confiable para surtir de hidrocarburos y bajar la dependencia de los combustibles árabes. Estados Unidos hoy es superavitario en materia petrolera y está en camino de dar el siguiente paso en materia energética. Mientras tanto México, quiere regresar a ese pasado de pretender vivir del petróleo.

Hoy, el gobierno del presidente Joe Biden le apuesta todo a las energías limpias, el plan de obtener la mitad de la energía eléctrica del sol durante los próximos 30 años choca de frente con los planes de la 4T de quemar todo el carbón y combustóleo que se pueda para obtener electricidad.

En ese encuentro de alto nivel no se habló de escalas y convergencias de los planes de energías limpias en América del Norte. México es un país privilegiado en radiación solar, pero la ideología política que prevalece tiene planes desempolvados del siglo pasado. Ese es un desnivel que además se evidencia más con la necesidad de La Casa Blanca de tener que reclamar el respeto de los contratos para las compañías energéticas de su país.

No puede haber el mismo alto nivel cuando se tienen que organizar agrupaciones empresariales de Estados Unidos para escribir una carta a la vicepresidenta, Kamala Harris, para exigirle que haga que México respete los acuerdos comerciales.

Hay un terrible desnivel en la relación bilateral cuando México es acusado de violar los términos del T-MEC, cuando fue este mismo gobierno el que suscribió ese acuerdo comercial.

Qué bien que la Cancillería logró revivir estos encuentros que tenían casi una década sin llevarse a cabo. Hay oficio y de paso una muy buena fotografía para las causas políticas.

Pero es evidente que se han desalineado los objetivos comunes de la región norteamericana que hoy debería estar trabajando con planes comunes.

Agenda eterna

Riqueza petrolera

Durante mucho tiempo México fue una prioridad energética para Estados Unidos, porque era un socio confiable para surtir de hidrocarburos.

Energías limpias

Hoy, el gobierno del presidente Joe Biden le apuesta todo a las energías limpias, planea  obtener la mitad de la energía eléctrica del sol.

T-MEC

Empresarios de EU escribieron una carta a la vicepresidenta para exigirle que haga que México respete los acuerdos comerciales. (Enrique Campos Suárez El Economista, Opinión, p.11)

Siete claves de la reunión de alto nivel México-EU

Una de las frases que mencionó el día de ayer en conferencia de prensa el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, que mejor refleja el contenido de la reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel que él encabezó fue: “Es la primera reunión a la que asisto siendo canciller donde México hace un planteamiento estratégico”.

Si la reunión que sostuvieron funcionarios mexicanos con estadounidenses el día de ayer la valoramos desde el punto de vista emocional, la frase dicha por el secretario Ebrard: “fue una reunión exitosa con muy buen ánimo”, revela que existió empatía y disposición de ambas partes para lograr objetivos conjuntos.

Una tercera observación sobre la reunión tiene que ver con el ángulo geopolítico. El canciller Ebrard comentó: “Vamos a una competencia cada vez mayor a nivel global”. Es claro que la relación entre México y Estados Unidos ha dejado como base el territorio de ambas naciones para crecer estratégicamente juntos frente a terceros países.

Una cuarta clave para entender la reunión de ayer fue la participación de México “voluntariamente” en los “cuatro pilares propuestos por Estados Unidos”. Son: Reconstruir juntos México y Estados Unidos después del paso de la pandemia, promover el desarrollo económico, social y sustentable en el sur de México y Centroamérica, Asegurar las herramientas para la prosperidad futura e incrementar las inversiones.

La quinta clave tiene que ver con el retorno de la institucionalidad de la relación entre México y Estados Unidos. El secretario Ebrard comentó que la reunión de ayer tiene una “visión común en los próximos tres años” para los dos gobiernos. El Diálogo Económico de Alto Nivel es un “mecanismo para darle seguimiento, 3, 6 y en un año”, comentó el secretario Ebrard.

Este elemento es medular porque refleja que en los últimos cinco años, si bien es cierto hubo una continuidad por la inercia estratégica de la relación, no se activó este mecanismo estratégico para ambos países.

Un sexto elemento importante son las propuestas que el presidente López Obrador le envió al gobierno de Estados Unidos por escrito. Se trata de la petición de visas de trabajo y de inversión en los programas “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Sembrando vida”.

Esta petición, más que un contrapeso o equilibrio de las peticiones del presidente Biden a través de los cuatro pilares arriba mencionados, se trata de elementos complementarios.

El séptimo elemento a destacar fue la participación en la reunión de Samantha Power, directora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El secretario Ebrard explicó que su participación se debió a los programas de desarrollo en los que podría participar Estados Unidos en Centroamérica.

El de ayer, un buen reinicio de la institucionalización de la relación bilateral. (Alfonso Muñoz de Cote Otero, El Economista, Opinión, p.47)

El monstruo que no venceremos

México busca con Estados Unidos una solución a la crisis humanitaria derivada de la migración. Pero es probable que falle en el diagnóstico de la esencia de los desplazamientos y presente una propuesta que se quede corta y que levante sospechas en la administración Biden, por implicar planteamientos de corte populista.

La Cancillería mexicana está, por decir lo menos, contra dos fuegos. El primero, es el planteamiento hecho por el gobierno mexicano de exportar sus programas —como el polémico Sembrando Vida— que Estados Unidos dejó en claro que no aceptará y cualquier otra propuesta razonable, debe pasar por terminar con la corrupción y los malos gobiernos que existen en los tres países que integran el llamado triángulo centroamericano, y que son una de las causales de la expulsión.

Confrontarse con El Salvador, Guatemala y Honduras no parece una opción para México, sobre todo cuando un plan de gran calado implicaría proponer políticas públicas, mecanismos anticorrupción y la participación de la sociedad civil, algo que ni el propio lopezobradorismo acepta y que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha criticado.

Y por lo que hace a la administración Biden, habrá que ver si reedita la Alianza para la Prosperidad de Clinton en la región. Sin embargo, hay dos cosas claras de acuerdo con fuentes del Departamento de Estado, no dejará que China entre a Centroamérica y tampoco que el lopezobradorismo cree un eje populista en la región.

La crisis toma una dimensión aún más profunda cuando la miramos desde el derecho y las convenciones internacionales, que obligan a la judicatura mexicana a actuar en plena garantía de los derechos humanos, que ni los gobiernos federal y locales y otros sectores acaban por comprender.

Se diferencian con dificultad los diversos componentes en estos grandes desplazamientos: hay quienes huyen de la violencia, de la falta de empleo y de una vida digna por la corrupción, así como por los fenómenos climáticos. Hay familias, hombres, mujeres y menores viajando acompañados o solos.

México ya tiene desplazados climáticos y parece no importarle generar las condiciones para que esto se vuelva una crisis ambiental y poblacional en el futuro. La obstinación en la producción de energías sucias son las causales de los últimos desastres naturales.

Debe destacarse que a partir de 2010 la migración de personas mexicanas a Estados Unidos disminuyó de 11.7 a 10.9 millones. La razón es su envejecimiento, la consolidación democrática y el crecimiento económico, de acuerdo con una serie de estudios de Andrew Selee, Ariel G. Ruiz Soto y Dan Restrepo, publicados por el ITAM.

No obstante, la caída de la economía a partir del 2018, la violencia y los efectos de la pandemia han modificado esta tendencia, al grado que las remesas son un indicador del incremento de la migración de personas mexicanas. Esto no forma parte del mencionado estudio.

Entre las razones de estas migraciones cíclicas a EU, está el estancamiento económico, la violencia y la corrupción en los países del llamado triángulo. Selee y Ruiz documentan que el PIB per cápita de El Salvador y Guatemala es 50% menor al nuestro y en el caso de Honduras menor a una cuarta parte.

Por ello resulta totalmente comprensible que los jóvenes, al llegar a una edad productiva, decidan migrar a Estados Unidos. Además, el cambio climático ha afectado a las economías predominantemente rurales de Guatemala y Honduras, produciendo inseguridad alimentaria.

Ambos investigadores proponen que Biden apoye en la disminución de la violencia, la corrupción y la involución económica, así como crear programas de trabajo estacional.

Dan Restrepo, por su parte, hace énfasis en que el plan debe incluir necesariamente la gobernanza, porque más del 35% de la población de esos países, en 2018, dijo no confiar en las instituciones. El reto es enorme. (Jorge Camargo, Excélsior, Opinión, p.12)

Frentes Políticos

Frutos. Bajo la promesa de impulsar nuevas inversiones, fortalecer las ya existentes en sectores clave y apoyar el desarrollo en Centroamérica para inhibir la migración ilegal, los gobiernos de México y Estados Unidos reactivaron el Diálogo Económico de Alto Nivel, suspendido en 2016 con la llegada del presidente Donald Trump, y hoy repuesto por los mandatarios Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador. El canciller Marcelo Ebrard, quien encabezó la delegación mexicana en Washington, compartió que “en la Casa Blanca, excelente Diálogo de Alto Nivel encabezado por la vicepresidenta Kamala Harris. Se inicia una nueva etapa en la relación económica bilateral”. ¡Vaya que sí! Hace muchos años que la cercanía no era tan notoria. Hay transformación. (Excélsior, Nacional, p.13)

Alto al mando / El Plan DN-III-E al servicio de México

Las lluvias en nuestro país mantienen a los integrantes del Ejército mexicano que conforman el Plan DN-III-E preparados para cualquier situación de emergencia. ¿Quién iba a pensar que la emergencia esta vez llegaría en todas sus formas, huracanes, desbordamientos de ríos, colapso de presas y temblores, todo en una sola semana? Los daños por inundaciones en varios estados han sido cuantiosos, las inundaciones en Hidalgo no tienen precedente, el desfogue y el colapso de tres presas, además del desbordamiento del río Tula, tienen a Hidalgo bajo el agua. La situación es crítica y requiere del apoyo federal determinando al estado como zona de desastre. Guerrero vivió un fuerte temblor en el que, afortunadamente sólo hubo daños materiales, los remanentes de dos huracanes, uno en el Golfo y el otro en el Pacífico, dejaron fuertes inundaciones en Veracruz y Jalisco. Los estragos de intensos fenómenos naturales son cada vez más evidentes y el apoyo del Ejército mexicano también, para ellos no hay horas de descanso, ni prioridades distintas a rescatar a personas por tierra y aire, resguardándolas, alimentándolas y por lo regular siempre lejos de sus propias familias.

El reconocimiento, aprecio y respeto de la población hacia las FA ha sido ganado a lo largo de muchos estragos naturales por su cercanía y estoicismo en apoyo al pueblo de México. Por lo tanto, los cambios estructurales y administrativos al interior de la Sedena corresponden a la necesidad de atender con puntualidad y eficiencia las funciones para las que han sido entrenados en temas de auxilio a la población y seguridad nacional, sumadas a todas las que esta administración les ha asignado. En atención a esta necesidad el secretario Gral. Cresencio Sandoval en la ceremonia conmemorativa al Día del Estado Mayor, anunció que éste, de acuerdo con las instrucciones del Ejecutivo se constituye como Estado Mayor Conjunto del Cuartel General Superior del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, quedando en manos esta extensión de mando en su mismo titular el Gral. Ricardo Trevilla Trejo. La participación de esta dirección ha sido fundamental en los proyectos prioritarios del gobierno como la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, la creación de la GN y en la seguridad y control de las fronteras, justo en uno de los momentos más delicados en la relación binacional con los EU en el tema migratorio.

Las reuniones de diálogo económico iniciadas el día de ayer entre delegaciones de muy alto nivel de ambos países, en la que participa el secretario de Seguridad Territorial, Alejandro Mayorkas, evidencian la preocupación de EU por el crecimiento de violencia en nuestro país y la situación migratoria en la que México a pesar del gran esfuerzo que ha puesto por la presión que tiene, no ha podido parar las caravanas, convirtiéndose éstas en una verdadera crisis humanitaria que podría, de no controlarse con medidas menos violatorias de los derechos humanos por el personal del Instituto de Migración, generar una llamada de los órganos de DH internacionales en contra de nuestro país. La diferencia en la forma en que la GN y el Instituto de Migración contienen las caravanas refleja la falta de entrenamiento de este último organismo. Pese a los señalamientos sociales respecto al control que el Presidente de la República le ha otorgado al Ejército mexicano, éste es proporcional a la necesidad actual que nuestro país está requiriendo, la reorganización del Estado mayor fortalece la eficiencia operativa de las Fuerzas Armadas. Enhorabuena. (Miguel Ángel Godínez García, Excélsior, Opinión,p.17)

 Correo Ilustrado

 Exige respetar el derecho a migrar

 Indudablemente sería más rentable y humano contribuir al desarrollo de Centroamérica, el Caribe y el sur de México que financiar los dispositivos cada vez más costosos para detener el flujo migratorio.

¿Tiene el gobierno de Estados Unidos, (meta fundamental de los migrantes), una estrategia sustentable a mediano y largo plazo, que no sea contener y expulsar a quienes ven en ese país una esperanza económica? Parece que no.

En tanto, las autoridades mexicanas buscan contener el creciente número de buscadores de sueños, a veces con métodos violentos y sin la infraestructura ni recursos necesarios de todo tipo.

Si más de 80 mil indocumentados se encuentran en Tapachula, Chiapas, para emprender el camino a Estados Unidos pretendiendo librar los ataques del crimen organizado, las redadas y múltiples rechazos, ello representa un signo de alarma de la indebida forma en la que se ha manejado el tema por parte de los organismos internacionales y por los gobiernos de los países involucrados.

Decenas de miles de habitantes de los países del sur que sufrieron guerras o intervenciones devastadoras como Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras o Haití están en busca de oportunidades: generar oportunidades es un desafío para la comunidad de naciones y sus instituciones.

La vida digna es un derecho irrenunciable.

(Eduardo del Castillo V., director de Códice La Jornada , p.8)

Filosofar de los migrantes

Aguascalientes: rescatan 341 migrantes.

El Instituto Nacional de Migración informó que centroamericanos de cinco países estaban hacinados en una casa de seguridad de la capital hidrocálida. En Tapachula, Chiapas, al igual que en la frontera de Guatemala, la capacidad de atención y apoyo a los indocumentados está desbordada.

Dos filósofos y poetas españoles Antonio Machado y María Zambrano, vivieron también en exilio ante la victoria de Francisco Franco, dictador orientado al fascismo.

Dice Antonio Machado:

“¡Ah volver a nacer, y andar camino, / ya recobrada la perdida senda! / Y volver a sentir en nuestra mano / aquel latido de la mano buena de nuestra madre… / y caminar en sueños / por amor de la mano que nos lleva.”

Repetición de la historia. Los migrantes centroamericanos y mexicanos rumbo a Estados Unidos en multiplicidad de escenarios, y de Estados Unidos a Centroamérica y México de regreso. Las vejaciones, humillaciones, violaciones, robos, etcétera, en el camino como parte del drama de encontrar maneras de resolver el hambre. Si bien es cierto que inversiones en los países mexicanos y centroamericanos para detener el exilio algo ayudan, el problema está desbordado.

Antonio Machado expresaba que es junto a la nada como se revela la trascendencia del ser, el dramático impulso hacia lo otro, al más allá, que no encuentra su meta; es decir, lo que buscamos en la metafísica: una cura de eternidad, de actividad lógica al margen del tiempo, vivimos metafísicamente cercados por el tiempo.

Antonio Machado supo de soledades y exilio y en consecuencia pensaba: Sólo en silencio que es el aspecto sonoro de la nada puede el poeta gozar plenamente el gran regalo que le hizo la divinidad, ser cantor descubridor de un mundo de armonías. La lírica dentro del tiempo y el tiempo temporal dentro de la lírica.

En última estancia todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira.

Por otra parte la filósofa María Zambrano, que desde niña, por la relación con su padre, de Antonio Machado fue su alumna, tenía entre sus inquietudes más acendradas el estudio de la razón y la verdad entreverada, con la fascinación, luz y sombra, la realidad, el sueño y ficción, en la naturaleza humana. Este aspecto de su quehacer sicológico filosófico se ve nítida y bellamente expresado en su libro España: sueño y verdad.

Zambrano vivencia tan íntimamente la poesía que recuerda las palabras de Octavio Paz: La poesía es celebración de la vida. Muy cercana a creadores de la jerarquía de Sigmund Freud y la relación a inquietudes e intereses. Tomaron como derrotero, aunque con diferentes finalidades, sondear las profundidades del alma humana. Desconfiaron de verdades absolutas y cuestionaron el ámbito de la razón al igual que hoy los migrantes rumbo a Estados Unidos rebotados a sus países. Algunos alcanzan a quedarse y volverse ciudadanos estadunidenses”.

El sueño es la vía regia para adentrarse en lo íntimo y auténtico del ser humano. El valor de la poesía y la literatura e ir más allá de las verdades científicas. El amplio y complejo terreno del deseo y oscuridades y sombras que habitan el ser humano.

Adelantados a su tiempo Zambrano y Machado, al igual que los migrantes mexicanos conocieron sangrientas conflagraciones que los condujeron al exilio. Y supieron del exilio interior que requiere cultivarse al gestar la obra y no sólo de audacia, sino un amor irrenunciable a la creación que emerge entre placer y dolor. Lo mismo entre grandes intelectuales que migrantes que buscan una luz y un camino. Obras que dejan y dejarán huella duradera. Es la herencia que nos dejarán espíritus libres, como el de María Zambrano, Antonio Machado y los migrantes centroamericanos y mexicanos. (José Cueli, la Jornada, Cultura, p.4ª)