Opinión Migración 130421

Capital político // Abren carpeta judicial en fast track a Rubalcava

En lo que sería un Récord Guinness, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México armó, en menos de 12 horas, una robusta carpeta judicial por presunto enriquecimiento ilícito en contra de Adrián Rubalcava Suárez, alcalde con licencia de Cuajimalpa.

Basada en una denuncia anónima, recibida por correo electrónico la noche del 2 de febrero pasado, a la mañana siguiente, la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos tenía armado el caso y ya había girado incluso oficios.

Es más, apenas 48 minutos después de recibido el anónimo correo, el mismísimo fiscal especializado, Richard Urbina Vega, ya había firmado la orden para iniciar la investigación en contra del alcalde.

Y el buen Richard —que debe ser premiado por su alta eficiencia e intuición— no echó en saco roto la denuncia de alguien a quien ni conoce ni se quiso identificar, pues en menos de una hora le ordena al MP, Alberto López, registrar el oficio FSP-503/2021-2 para iniciar la investigación.

A la mañana siguiente ya estaban girados oficios a la SRE, pidiendo copia de la solicitud de pasaporte del alcalde; al Instituto Nacional de Migración, para que reportara sus entradas y salidas del país, y a la Semovi, que informara sobre vehículos registrados a su nombre.

Pero no sólo eso, también pidieron a la Secretaría de Finanzas del Gobierno de la CDMX que entregara copia de los recibos de nómina de 2010 a 2020 del alcalde, y a la Contraloría capitalina, que reportara sus declaraciones patrimoniales.

Si creen que eso fue todo, pues no. (Adrián Rueda, Excélsior, Comunidad, p. 18)

Estrictamente personal // A tus órdenes, Joe

A una pregunta sobre el tráfico de armas en la mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a trazar una hipérbola retórica, al vincular un reciente decomiso con una imputación a la ligera, como suele hacerlo, y ligar a grupos políticos, civiles y ciudadanos de Chihuahua que reclamaron fuertemente que se les estaba quitando agua en septiembre pasado, con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

 No fue una respuesta improvisada, como pudo apreciar cualquier persona que vio la mañanera y apreció cómo leía notas de lo relacionado con Chihuahua. Como muchas veces ha sucedido en ese escenario, pareció un control de daños para ocultar una nueva cesión de soberanía: a petición del presidente Joe Biden, López Obrador aceptó cerrar con militares la frontera con Guatemala.

 La primera noticia pública fue en una entrevista con la cadena MSNBC, donde la consejera del presidente Biden para Migración y Política Interna, Tyler Moran, informaba que el gobierno de su país había “asegurado acuerdos” con los de México, Honduras y Guatemala, para endurecer sus fronteras y disminuir el flujo de inmigrantes centroamericanos. “Pondrán más tropas en sus fronteras”, dijo Moran. “México, Honduras y Guatemala ya aceptaron.

 Esto no sólo va a prevenir que traficantes, contrabandistas y cárteles de la droga se aprovechen de los niños en su tránsito a (Estados Unidos), sino también los protegerá”.

 Una vez más, las noticias de su misión mexicana ante el inquilino en turno de la Casa Blanca, llegaron de Washington. Desde febrero se venían mencionando en esta columna las crecientes presiones sobre el gobierno de López Obrador por haber cambiado su política migratoria, quien de la complacencia total con el presidente Donald Trump, había girado para ponerle obstáculos al diseño del presidente Biden, y reducir significativamente el número de migrantes que aceptaba en su territorio.

 Todavía este lunes, en un largo reportaje en la primera plana del The Washington Post, se reflejaba el desconcierto dentro del gobierno estadounidense.

 En los hechos, López Obrador modificó la política migratoria que había tenido con Trump, para levantar un muro contra Biden y los demócratas, en quienes desconfía. Su incomprensión de la política exterior y en particular de la bilateral con Estados Unidos, lo imposibilitó de entender lo que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, le venía advirtiendo.

 El nombramiento de la vicepresidenta Kamala Harris para encabezar los esfuerzos de la Casa Blanca en materia de migración con México y los países del Triángulo del Norte –Guatemala, Honduras y El Salvador–, no era buena noticia para el gobierno, al pertenecer al ala de izquierda del Partido Demócrata, que tiene serias diferencias con López Obrador en temas laborales, ambientales y de seguridad.

 Ebrard también le transmitió al Presidente la petición de Biden para que México cerrara su frontera con Guatemala, que siguió a un mensaje público a mediados de marzo del secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, al advertir que el número de inmigrantes que buscaban entrar sin documentos a Estados Unidos en volúmenes que no se habían visto en dos décadas, era por culpa del gobierno mexicano, que había disminuido su cooperación con Estados Unidos.

 El anuncio mañanero de Moran fue confirmado poco después por la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien añadió que el compromiso mexicano era enviar 10 mil soldados a la frontera sur para levantar un nuevo muro verde olivo, como lo había hecho con Trump.

 De esta forma, México y Estados Unidos restablecieron los Protocolos de Protección de Inmigrantes que entraron en vigor el 29 de enero de 2019, mediante los cuales López Obrador aceptó recibir en México a los inmigrantes centroamericanos para que esperen el resultado de su audiencia en tribunales para saber si les aprobaban sus peticiones de asilo. Conocido también como el programa Remain in Mexico, fue altamente criticado por organizaciones de derechos humanos por la forma como se conculcaban los derechos de los civiles en territorio mexicano.

 A López Obrador no le importaron las críticas. Ese acuerdo con Trump, resultado de un chantaje que le hizo con la amenaza de imponer aranceles si no aceptaba su exigencia, no sólo modificó la política de asilo mexicana, sino que permitió, por primera vez, vincular el comercio bilateral con un tema totalmente exógeno.

 Con Biden, ahora es lo mismo. Durante el gobierno de Trump sólo habían enviado a 6 mil a esa región. López Obrador le concedió más a Biden que a su alter ego Trump, mostrando mayor debilidad y sumisión.

 Antes como ahora es una cesión de soberanía. Si con Trump fue por aranceles, ahora es ¿a cambio de vacunas antiCovid? Funcionarios de ambos países han dicho que no hay vinculación, pero como sugirieron los estadounidenses, en una relación bilateral tan compleja, en ocasiones se traslapan y se reacomodan los temas –como ahora–. López Obrador le pidió vacunas a Biden, y el jefe de la Casa Blanca le dio un préstamo de 2.5 millones de dosis de AstraZeneca.

 Hace unos días, Ebrard anunció que viajaría a Estados Unidos para pedir una dotación adicional de vacunas. Quid pro quo en la real politik. Ebrard aún no tenía cita programada en Washington hasta la semana pasada, ni fecha para que Esteban Moctezuma presentara sus cartas credenciales a Biden.

 ¿Se acelerarán las dos gestiones que quiere México? Ya lo veremos más adelante. Por lo pronto, una vez más cedió López Obrador ante Biden y tendrá que guardarse sus fobias contra los demócratas, que con oficio no le cobraron bruscamente sus descolones y maltratos, pero lo obligaron a hacer lo que quieren, en el momento que necesitaban y de la manera como lo plantearon.

 López Obrador sí necesita una cortina de humo, y el tráfico de armas en la frontera norte y el narcotráfico, parecen haber servido a ese objetivo. Ahora el gobierno mexicano tendrá que explicar el acuerdo y justificar la implementación del corrimiento de la frontera estratégica estadounidense del río Bravo al Suchiate. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Nacional, p. 36)

El globo // Más tropas a la frontera

La migración puede convertirse, para algunos lo es ya, en el auténtico talón de Aquiles en la administración Biden. En una declaración de la asesora especial en materia migratoria para el presidente de Estados Unidos, la señora Tyler Moran, dio a conocer que habían alcanzado un acuerdo con México, Honduras y Guatemala para reforzar sus líneas fronterizas con fuerzas armadas.

 Esto aparentemente en intercambio por ayuda e inversión financiera en la zona para generar empleos.

 La anunciada solución integral de AMLO, “atacar las causas de la migración”, pareciera haber hecho sentido al gobierno de Biden para tomar medidas inmediatas. Tan sólo de enero a la fecha, los migrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos se han elevado en 38% según el servicio de Patrulla Fronteriza, sin mencionar el escandaloso caso de los menores viajando solos.

 México ya había destinado 27 mil elementos de la Guardia Nacional –hasta el último reportepara contener a los migrantes y vigilar ambas fronteras: al sur con Guatemala el mayor despliegue de efectivos, y al norte con Estados Unidos para atender a los que, en los hechos, esperaron en nuestro territorio la respuesta a su solicitud de asilo o de visa.

 Ninguna comunicación oficial del gobierno de México para comprender en qué consiste el acuerdo hasta ahora, pero intuimos que reforzaremos vigilancia a cambio de vacunas, en nuestro caso, mientras que Guatemala y Honduras podrían recibir inversión directa para generar empleos.

 La Reserva Federal de Estados Unidos acaba de anunciar el inicio de un ciclo de bonanza económica, en buena medida impulsado por la gigantesca cantidad de dinero que el gobierno de Biden autorizó como ayudas especiales por pandemia a millones de estadounidenses.

 Este boom económico será un imán atractivo para migrantes de toda la región que no experimentan el mismo bienestar ni crecimiento. Sin duda es el caso de México, pero lo es también de Centroamérica, donde se agrava la situación por el delicado problema de inseguridad y violencia.

 El fiscal de Arizona presentó demanda formal contra la Casa Blanca por la suspensión en la construcción del muro fronterizo y por “relajar” las enérgicas me didas impuestas por Trump. Lo cierto es que el solo discurso de Biden en el sentido de que respetaría los derechos humanos de los migrantes parece haber detonado una ola masiva de inmigración, inusualmente mexicanos que no migraban en cantidades masivas desde hace años.

 El tema está siendo ya explotado por los republicanos en Estados Unidos, quienes pretenden pasarle la factura al nuevo gobierno por no detener la migración con la eficiencia y rudeza –hay que decirlo– que lo hacía el gobierno anterior.

 Medidas firmes se han tomado en el tema, puesto que la prestigiada y conocedora embajadora Roberta Jacobson renunció a su cargo como coordinadora para Asuntos de la Frontera Sur, quien probablemente no estuvo de acuerdo en forzar el uso de militares en la contención migratoria.

 Fueron nombrados Chris Magnus como comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza –un expolicía de Arizona con amplia experiencia en California, Nuevo México y otros estados–, y Ur Jaddou –una abogada de la administración Obama– como directora de Servicios de Ciudadanía e Inmigración.

 Complicado escenario para el presidente Biden: una economía en crecimiento que atrae a migrantes y la necesidad urgente de contenerlos para evitar el resurgimiento de los republicanos muy activos y ardientes en los estados del sur.

 Para México vendrá el cumplimiento de acuerdos no muy claros, a cambio de mejores condiciones para obtener más vacunas. (Leonardo Kourchenko, El Financiero, Mundo, p. 28)

Pulso político // Más Guardia Nacional a frontera sur

El gobierno de Estados Unidos anunció ayer que “acordó” con los de México, Guatemala y Honduras un aumento de tropas en las fronteras de éstos en un intento de contener las corrientes de migrantes que buscan llegar a su país, de lo cual no se había informado en Palacio Nacional y que hasta horas después de este lunes, confirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores.

 Fue la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, la que reveló que México decidió mantener 10 mil efectivos de la Guardia Nacional en su frontera sur, Guatemala, 15 mil policías y personal militar y Honduras 70 mil, para tratar de contener el paso de quienes forman parte de las caravanas que pretenden llegar a territorio estadounidense y de lo que aquí oficialmente se mantuvo en reserva. (Francisco Cárdenas Cruz, La Razón, México, p. 6)

Razones // Perdiendo el tren de la recuperación

La capacidad que ha demostrado China para volver a crecer es notable, pero el plan de 3 billones de dólares destinado por el gobierno de Joe Biden para la recuperación económica de su país, puede ser la locomotora que saque a muchas naciones del estancamiento, que arrastre el tren de desarrollo. En México tenemos muchas expectativas puesta en que esa recuperación estadunidense irá de la mano con la nuestra, pero la verdad es que, si no se toman una serie de medidas internas, no seremos ni el furgón de cola de ese tren económico.

No se puede volver a crecer con desconfianza en la iniciativa privada y sin inversiones pública y, sobre todo, privada: la caída de la inversión ha sido dramática y desde el gobierno federal, con el leitmotiv de no realizar un nuevo fobaproa, no se ha tomado medida alguna para ayudar a las empresas y recuperar los empleos. La ayuda mensual que proporciona el gobierno federal a muchas familias es un apoyo, pero no es un empleo ni puede reemplazarlo. Hay 20 millones de personas que buscan trabajo y no lo obtienen, millones más que están en la informalidad y con empleos temporales y de subsistencia. Las medidas que ha tomado el gobierno federal, basadas mucho más en prejuicios ideológicos que en las exigencias económicas, han frenado las inversiones y, por ende, la creación de nuevos empleos.

Los conflictos que han hecho caer las inversiones privadas, nacionales y extranjeras, son las que también nos llevarán a la confrontación con Estados Unidos. La designación como encargada de la relación en la frontera de la vicepresidenta Kamala Harris, en plena crisis migratoria, no sólo significa una implicación directa de la Casa Blanca en esa crisis, sino, también, ya lo veremos, una negociación en la que estarán sobre la mesa los temas que involucran al T-MEC, como la energía, los hidrocarburos y el capítulo laboral (enrarecido aún más por la nueva ley de outsourcing), además de todo lo derivado de la pandemia, como la vacunación y el arribo de vacunas, así como la seguridad nacional y regional. Quien crea que forzando la mano en lo migratorio (ante la urgencia que esa crisis provoca en la administración Biden) logrará concesiones en los otros temas, no conoce la historia de la vicepresidenta Harris.

No habrá un crecimiento económico significativo simplemente por arrastre. Debemos contar con la infraestructura, la inversión, el crecimiento propio para estar a la altura de las exigencias que nos impondrán nuestros socios comerciales. Pero no veo cómo vamos a compatibilizar e integrar nuestra economía con la de EU, que está apostando a las energías limpias, incluyendo los automóviles y los transportes que no utilizan combustibles fósiles, que quiere desarrollar, en pocos años, una nueva infraestructura no sólo material, sino también educativa, científica y cibernética basada en la utilización masiva de la data; que plantea un mercado laboral cada vez más abierto cuando nosotros lo endurecemos y cerramos.

Pareciera como si se creyera esa mentira de que nuestro destino manifiesto es ir de la mano con Estados Unidos y que, hagamos lo que hagamos, esa economía nos va a arrastrar. Una mentira tan nefasta como aquella que insiste en que debemos tener distancia, cuidarnos, de alguna forma provocar a Estados Unidos, para que respete nuestra soberanía. (Jorge Fernández Menéndez, Excélsior, Nacional, p. 10)

Pepe Grillo

10 mil soldados mexicanos

Los gobiernos de Estados Unidos, México, Guatemala y Honduras alcanzaron un acuerdo en materia migratoria que haría las delicias de Donald Trump.

Acordaron desplegar 10 mil soldados mexicanos en la frontera sur para detener a los migrantes. Guatemala y Honduras aportarán otros 8 mil agentes entre soldados y policías con el mismo objeto. O sea, una solución militar a gran escala.

 ¿Y las causas básicas de los desplazamientos humanos? ¿Y las inversiones para generar empleos en los países expulsores? ¿Y las acciones para evitar la violencia? De eso nada, todavía nada.

 Se esgrime el argumento de que así se protege a los migrantes, lo que se define en realidad es la puerta de acceso a Estados Unidos. Lo dicho, una batalla ganada por Trump desde su retiro en Florida. (La Crónica de hoy, Opinión, p. 3)

A la sombra

México seguirá presente en el Congreso de EU esta semana. El presidente del Poder Judicial del Senado, Dick Durbin, un demócrata de Illinois que lidera el esfuerzo sobre inmigración, quiere algo de tiempo para trabajar con los republicanos y con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el tema. Es por ello que estos días llegará una delegación bipartidista estadounidense a las instalaciones de recibimiento y albergue de migrantes en el sur de Texas. Hasta ahora se procesan allá dos proyectos de ley diferentes, uno para ayudar a los trabajadores agrícolas y otro para ayudar a los dreamers, ambos se aprobaron en la Cámara de representantes, pero fueron rechazados en el Senado. (El Sol México, República, p. 2)

Congruencia a su conveniencia

La crisis migratoria en la frontera entre México y EU le presenta una oportunidad al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para sumar temas a la agenda bilateral. Desde que tomó las riendas de la Casa Blanca en enero, el presidente Joe Biden enfrenta una inédita cantidad de personas, particularmente menores no acompañados, tratando de cruzar la frontera. Heredó un sistema migratorio quebrado, el cual se debilitó durante la administración de Donald Trump y tardará en reconstruirse.

 El problema es que Biden está a contratiempo, las elecciones intermedias del próximo año definirán si los demócratas mantendrán su mayoría en el Congreso y los republicanos se aprovecharán de la creciente ola de migrantes para argumentar que las nuevas políticas de Biden no han funcionado. Una encuesta de Associated Press-NORC revela que 40% de los estadounidenses reprueban el manejo del gobierno con los niños no acompañados. Es una crisis humanitaria y política.

 Queda claro la urgencia de Estados Unidos por resolver la crisis fronteriza. Es por ello, que la cooperación con México será indispensable. Aunque se han alcanzado cifras récord de indocumentados en las fronteras sur y norte del país, el gobierno mexicano sólo ha desplegado 9 mil elementos de la Guardia Nacional, a comparación de los 15 mil que envió AMLO cuando Trump era presidente y los números eran más bajos.

 Si existiera una agenda bilateral con objetivos claros, Palacio Nacional podría utilizar la coyuntura política en Estados Unidos para pedir que se abordaran temas de interés a cambio de frenar el flujo de migrantes provenientes del Triángulo Norte. El canciller Marcelo Ebrard lo entiende bien, por eso ha sumado el tráfico ilícito de armas a la relación bilateral.

 Sin embargo, todo indica que AMLO no quiere comprometerse con su vecino del norte. Entre menos interacción, mejor. Ante una ausencia de una estrategia de política exterior con nuestro primer socio comercial, la 4T se encuentra en un constante manejo de crisis ante las demandas unilaterales de EU.

 El mandatario mexicano se siente amenazado por lo que representa la llegada de Biden al poder. Con Trump estaba cómodo, había un entendimiento mutuo de que mientras México cumpliera con sus exigencias, no se metería en sus asuntos internos. No obstante, la nueva administración abandera causas como el fortalecimiento de la democracia, la protección de derechos humanos y la lucha contra el cambio climático a nivel internacional. En los tres ámbitos, AMLO sabe que queda expuesto.

 AMLO utiliza el principio de la no intervención como escudo, rechazando cualquier señalamiento por parte de agencias estadounidenses de las carencias que perduran en el país.

 Las contradicciones de este principio sobran, como cuando el presidente hizo un llamado al Congreso estadounidense a que aprobará el presupuesto de 4 mil millones de dólares para la región de Centroamérica. La congruencia a su conveniencia. México pierde una oportunidad clave para avanzar sus intereses con Estados Unidos. (Lila Abed, El Heraldo de México, Editorial, p. 14)

Ciudades intermedias como instrumento para el desarrollo territorial sostenible e innovador

La evolución de las políticas públicas en materia de desarrollo rural en las últimas décadas ha contribuido a la construcción de modelos y estrategias que privilegian a los sistemas territoriales como las unidades de gestión pública más relevantes. Estas impulsan una visión integral, multisectorial y multidimensional del desarrollo. Esto se traduce en que se reconocen las complejidades del desarrollo territorial y se fomentan visiones más exhaustivas e integrales en sus planteamientos.

Todo esto ocurre en un contexto mundial en que números crecientes de habitantes de las áreas rurales continúan su marcha hacia las grandes ciudades, tanto al interior de los países como también cruzando fronteras y continentes en búsqueda de mejores condiciones de vida, acceso a servicios básicos y oportunidades de empleo. Este flujo migratorio, se presenta por los efectos del Cambio Climático y por razones de violencia e inseguridad ciudadana, fenómenos agravados hoy en día por la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias económicas y sociales. Este escenario viene generando crisis humanitarias y presiones sobre políticas públicas que den soluciones oportunas e innovadoras a nivel local, nacional y global.

 De acuerdo con el Informe Panorama de la Migración Internacional de la CEPAL, América Latina es una región expulsora de población. Alrededor de 28.5 millones de latinoamericanos y caribeños residen en países distintos al de su nacimiento. La mayoría de los emigrantes corresponden a personas de México y Centroamérica, sin embargo, en las últimas dos décadas, la migración de la subregión México-Centroamérica a los Estados Unidos presenta diversas características, entre las que destaca el impacto de la crisis económica y las políticas de deportaciones masivas. En la región Sur predomina la migración proveniente de países de la misma región y al interior de los países (rural-urbana).

 En ese contexto es que las Ciudades Intermedias (CI) juegan un rol de nodos de desarrollo, de dotación de servicios básicos, producción de bienes y servicios que añaden valor e identidad a la producción del campo y atraen insumos de las grandes urbes para generar intercambios, empleo y movimiento dinámico de las economías locales. Las CI sirven de puentes entre las poblaciones rurales y las urbanas, brindando oportunidades de empleo y mejor calidad de vida para las poblaciones migrantes – especialmente jóvenes y mujeres.

Tal como las define la Red Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales y Regionales (UCGL por sus siglas en inglés), las Ciudades Intermedias son urbes que crean nexos entre zonas rurales y urbanas mayores. El fomento y su incorporación como instrumentos de la política pública, plantea la necesidad de revalorizar lo rural, en el contexto del desarrollo sostenible de los territorios, dejando en evidencia que la ruralidad no es sinónimo de retraso o de pobreza, sino al contrario, son espacios de oportunidades para emprendedores y para los ciudadanos que las habitan.

 Las políticas fundamentadas en el enfoque territorial parten del reconocimiento del territorio como una categoría estructurante, entendida como un sistema complejo, construido social e históricamente, que integra sus componentes espaciales, naturales y artificiales; las estructuras sociales que establecen los grupos humanos que los ocupan; las relaciones económicas que se generan a partir de las distintas formas de apropiar y usar los recursos naturales disponibles; las instituciones que se generan a partir de los diferentes procesos de interacción social, política y económica; y una cultura que integra valores, cosmovisiones, prácticas e identidades que dan cuenta de un sentido de pertenencia y apropiación del territorio por parte de sus pobladores.

 Se entiende que el concepto de territorialidad no se refiere únicamente a un espacio geográfico con historia e identidad, sino que es también una compleja construcción social, dinámica y multifuncional. En ese contexto la agricultura, el turismo u otras actividades económicas son solo algunas de las expresiones productivas y de servicios generadoras de oportunidades de empleo y riqueza, y que incorporan el concepto de una mayor integración de los espacios rurales y urbanos. (Diego Montenegro Ernst, El Financiero, Opinión, p. 31)

Tiempo nuevo // Retos de la crisis migratoria

La realidad de la política de inmigración, la búsqueda de mejores condiciones de trabajo y un aparente cambio en el discurso migratorio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en comparación con su antecesor Donald Trump, han desatado una de las mayores crisis en la frontera norte.

 Cada día, miles de personas intentan ingresar indocumentadas al país del norte, lo que aviva los riesgos de caer víctimas de otros delitos correlacionados con la operación de los “polleros”, como la trata de personas o el narcotráfico.

 La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU reportó que en marzo pasado localizó a 171 mil migrantes, de los cuales 18 mil 800 eran menores de edad que iban solos.

 Además, en tres meses de 2021 han aumentado en 31% las solicitudes de migrantes que buscan refugio en territorio mexicano, más de 22 mil según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados de la Secretaría de Gobernación.

 Estados Unidos ha llegado a acuerdos con México, Honduras y Guatemala para la movilización de militares y policías a las fronteras con el objetivo de frenar la migración irregular.

 La presencia de niñas, niños y adolescentes, muchos de ellos sin la compañía de un adulto, desató otro tipo de alerta: la operación de tratantes y cárteles de la droga.

 En su recorrido hacia la frontera de México con Estados Unidos, los migrantes llegan a convertirse en víctimas de estos grupos, que los explotan sexual y laboralmente, los someten a trabajos forzosos o como mano de obra para la siembra o elaboración de drogas.

 Este fin de semana, la denuncia de un salvadoreño, ante el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX, permitió rescatar, en una comunidad de Tlaxcala, a 125 personas centroamericanas. Entre ellos viajaban menores de edad, mujeres y hombres adultos.

 En comunicación a través de la Línea Nacional contra la Trata de Personas y el Chat vs. Trata 800 5533 000, el denunciante —a quien se le garantizó en todo momento el anonimato— aportó datos fundamentales, que le compartía vía WhatsApp una de las personas del grupo, para la ubicación.

 Tras la articulación del Consejo Ciudadano con autoridades federales y estatales, los migrantes fueron rescatados en un predio del municipio San Pablo del Monte.

 El valor de la denuncia ayudó a salvarles y dar otra oportunidad de vida a estas personas, que fueron llevadas a un refugio para iniciar el proceso de repatriación.

 La crisis migratoria prende las alertas en muchos sentidos. Es tarea de todos evitar que las circunstancias sean aprovechadas para la comisión de otros delitos que atenten contra la dignidad humana.

 Los retos para México se multiplican en ambas fronteras. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha acompañado las medidas de ayuda humanitaria. En la agenda bilateral del Gobierno federal se han efectuado reuniones del más alto nivel, una de las más recientes la del presidente Andrés Manuel López Obrador con la vicepresidenta de EU, Kamala Harris. (Salvador Guerrero Chiprés, 24 Horas, p. 9)

Cartón

Seguridad fronteriza

carton 1

(Xolo, 24 horas, La dos, p. 2)