Opinión Migración 141019

Frentes Políticos

  1. Estrellita. En medio de un clima lluvioso que mantiene al gobierno de Carlos Mendoza Davis, en Baja California Sur, más que ocupado en alertas y auxilio a la población, la entidad se apunta una aprehensión importante. Siete rumanos fueron aprehendidos en Los Cabos por elementos de la Fiscalía General de la República, en coordinación con personal del Instituto Nacional de Migración. Eran buscados bajo la acusación de diversos delitos, dentro de una investigación iniciada por el FBI, del gobierno de EU, y la Unidad de Investigación Cibernética y Operaciones Tecnológicas de la FGR. Los extranjeros cuentan con orden de aprehensión en EU y se les encontró que no tienen condición migratoria regular en nuestro país. No hay duda de que, cuando se quiere, se puede. ¿Por qué entonces no caen así otros delincuentes? (Excélsior, Opinión, p.10)

 

Bajo Reserva

Mujeres debaten sobre migración

 

Nos hacen ver que en la última Asamblea General de la ONU, el canciller Marcelo Ebrard expresó la vocación “feminista” del gobierno de México y en congruencia con este compromiso con la equidad de género, mañana martes se inaugura en Chicago el Encuentro de Mujeres Migrantes de México y el Mundo, presidido por la alcaldesa Lori Lightfood, primera mujer en gobernar esta ciudad y representante de las comunidades afroamericana y LGBTI. El evento es organizado por la Diplomacia Cultural de la SRE y el Consulado de México en Chicago. Nos comentan que participarán destacadas académicas, intelectuales y mujeres con responsabilidad pública como las embajadoras en Estados Unidos y en la OEA, Martha Bárcena y Luz Elena Baños, así como Marina Núñez, subsecretaria de Cultura, Rebeca Grynspan, secretaria general Iberoamericana (Segib), y activistas como Brenda Lozano, Sara Uribe, Silvia Goldman, Oriette Dángelo, Stephanie Manríquez y Anabayuleti Gamboa, entre otras. (El Universal, Opíiión, p.2)

 

Epicentro / “Guerras fronterizas”: México, cómplice

 

Desde el principio de la crisis migratoria entre Estados Unidos y México, el gobierno mexicano ha insistido en que las medidas punitivas inéditas que ha puesto en práctica para perseguir, procesar y deportar migrantes centroamericanos en los últimos meses son resultado no de una negociación bilateral sino de una imposición estadounidense con la que México, amenazado con consecuencias comerciales graves entre otras cosas, no podía más que cooperar. En otras palabras: el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue víctima de un acto de coerción.

 

Border Wars, un libro de reciente aparición, sugiere que esto es falso. El libro narra con todo detalle la testarudez nativista de Donald Trump por detener la migración indocumentada además de reducir la migración legal y el número de refugiados en la frontera sur de Estados Unidos. Firmado por Michael Shear y Julie Hirschfeld Davis, dos notables corresponsales del New York Times con décadas de experiencia en Washington, el libro ofrece el retrato de un Donald Trump desquiciado que busca a como dé lugar cumplir su principal compromiso de campaña: un asalto a la migración. Es la crónica de una obsesión. Azuzado a cada paso por un círculo de fanáticos nativistas, Trump amenaza a funcionarios, hace berrinches, contempla medidas de consecuencias catastróficas (como cerrar la frontera con México) y despide a quien se le resiste sin miramiento alguno. Al final, frustrado por el incremento en el número de refugiados centroamericanos a la frontera sur, Trump y sus asesores deciden presionar al único socio aparentemente dispuesto a sumarse a la agenda punitiva: el nuevo gobierno de México. (León Krauze, El Universal, Opinión, p.6)

 

Nadie verá por los paisanos

 

a me convencí de que nada provocará una reacción del gobierno mexicano para defender a la comunidad mexicana en Estados Unidos, simplemente no le importan. Los ataques verbales y más de los que esta comunidad ha sido sujeto, desde hace mucho tiempo debieron provocar por lo menos alguna reacción. Nada ha ocurrido, todo lo contrario, se reitera el que la relación es respetuosa, que somos amigos, que no hay que engancharse ni ceder a provocaciones, etcétera.

 

Apenas hace unos días, sólo por citar lo más reciente, según un artículo de The New York Times, se supo que en reuniones con los encargados de la seguridad fronteriza, Donald Trump sugirió disparar a los inmigrantes en las piernas y construir una fosa en la frontera con serpientes y cocodrilos para que estos inmigrantes desistieran en su intento de entrar a Estados Unidos. De no ser porque muy probablemente sea cierto, estas expresiones provocarían risa. (Jorge Santibáñez*, La Jornada, Opinión, p.18)

 

Estrictamente Personal / El poderoso López Casarín

 

En el penthouse de un edificio sobre Periférico Sur a la altura de San Ángel Inn, se encuentra el centro de operaciones empresariales de Javier López Casarín, que se presenta en su sitio oficial como un empresario innovador que fundó el grupo Reinventando México. No dice nada que desde este año es funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y menos aún, del papel que jugó durante la transición el año pasado, donde por instrucciones de Marcelo Ebrard, quien había sido nominado como próximo secretario de Relaciones Exteriores, concretó el infame acuerdo migratorio con Estados Unidos y la peor crisis migratoria en la historia de México.

 

Nada se hubiera sabido de estos acuerdos secretos de Ebrard y su viejo amigo, violentando todas las normas –como el que alguien sin representación alguna tomara decisiones de Estado–, sin informar al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que estaba en funciones, ni consensuar con el equipo entrante de la Secretaría de Gobernación, de no ser por una revelación importante, aunque marginal, en el nuevo libro de los corresponsales del The New York Times en la Casa Blanca, Julie Hirschfield y Michael Shear, “Border Wars: Inside Trump’s Assault on Inmigration”. (Raymundo Riva Palacio, El Financiero, Opinión, p.46)

 

Crónica Confidencial / México, ¿en la trampa de la migración?

 

CIUDAD DE MÉXICO.- La vida sigue, Canciller, y tengo la seguridad de que su padre, donde esté, se encuentra feliz al pensar que operaba en usted por el pasado de donde viene, el presente donde hoy está y el futuro que puede alcanzar. Y él, Canciller, donde esté, sin duda está listo, dispuesto y preparado para contribuir con su causa…

 

Es evidente, Canciller, que las cosas no están pintando hoy como lo hacían hace muy escasos meses, me refiero al tiempo del brillante trabajo político y diplomático que usted realizó para frenar el conflicto migratorio provocado por el río de centroamericanos que inundó a México, desde nuestra frontera del sur hasta la del norte, dispuesta a cruzarse por encima del río Bravo para lograr el gran sueño que casi todo habitante del planeta entero acaricia, de volverse un nuevo miembro del primerísimo mundo que es la nación estadunidense. Usted, como vocero del gobierno mexicano, ganó los rounds iniciales de la infame tarea de, por un lado, negociar con los representantes del presidente estadunidense Donald Trump al tiempo de que, por el otro, coordinaba los esfuerzos de la Cancillería mexicana para lograr el retorno a sus países del gran contingente de centroamericanos, que lograron el alarde de cruzar todo el territorio mexicano por su parte más extensa, entre Chiapas y los límites de Baja California, México, con California, EUA, con el fallido objetivo de cruzar el río Bravo e intentar una nueva vida totalmente diferente de la miserable existencia que ellos y sus familias han sufrido en sus países, sin entender la magnitud del daño que le provocaban a México dentro de la obnubilada, dañada y racista cavidad craneana del hombre más poderoso del planeta… (Leopoldo Mendívil, La Crónica de Hoy, Opinión, p.4)