Opinión Migración 200719

Cataratas // Solo los casos extremos

Amaneció muerto. En las instalaciones de Instituto Nacional de Migración en Monterrey, el salvadoreño Edwin William Molina había solicitado ayuda médica la noche anterior. La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León, Sofía Velasco, ya había llamado la atención sobre el tema; las oficinas de Migración en la ciudad no son adecuadas para la retención de personas en condiciones suficientes de higiene y salud.

Al menos no para esas cantidades. Como siempre. Solo los casos extremos mueven instituciones y obligan a abrir los ojos ante esta crisis humanitaria que migra de ida y vuelta por el país.

Si realmente no nos queda más remedio que frenar aquí el paso hacia Estados Unidos por las amenazas de su presidente, al menos hagámoslo de manera distinta. Primero, poniendo el énfasis en los derechos humanos de los detenidos en la frontera sur o de los que ya entraron a México y son devueltos a su tierra. Segundo, impulsando de veras una solución de largo plazo en los países de origen de los migrantes, incluyendo el nuestro. (Luis Petersen Farah, Milenio Diario, p. nal13)

Bajo Reserva

Bukele, el porrista de AMLO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene también porristas, admiradores en el exterior. Uno de ellos, nos dicen, es el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, quien no desaprovecha la ocasión para sacar las matracas para elogiar al tabasqueño y desacreditar a los que llama los detractores lopezobradorisla. El joven Nayib acudió al arranque del programa Sembrando Vida y con el canciller Marcelo Ebrard al lado se dedicó a echar porras a López Obrador, de quien destacó trabaja incansablemente todos los días. En cambio, dijo que los opositores a AMLO se la pasan con una letanía de críticas y no se cansan de responsabilizarlo de los problemas del pasado, herencia que ellos dejaron al hoy presidente de México. Bueno, pero las porras no son gratis, cosa de recordar que el gobierno mexicano prometió 30 millones de dólares para los salvadoreños en el plan que comenzó este viernes… (El Universal, p. Nacional 2)

Columna vertebral

Tengo desde hace muchos años una posición sobre las relaciones entre México y los Estados Unidos, distinta a la que hoy determina la Cancillería mexicana. Siempre me he opuesto a la contradicción entre las apariencias diplomáticas que enseñan el músculo para disfrazar la dependencia creciente de nuestro gobierno por debajo del agua.

Debo decir que la vinculación entre los dos pueblos es excepcionalmente rica y prometedora. La influencia de las comunidades mexicanas y mexicoamericanas en las políticas de ese país han sido un factor importante en la toma de decisiones de nuestro vecino del norte. Desgraciadamente hace tiempo que no coordinamos nuestras propias actividades con la de nuestros compatriotas para incrementar la influencia mexicana en todas las esferas de la Unión Americana.

México ha luchado durante más de 60 años por el derecho a la migración y nuestra Constitución categóricamente dice toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella y viajar por su territorio. Extraña que nuestra cancillería haya decidido acatar los twitters del señor Trump y carezca de la sensibilidad para comprender la relación verdadera que temamos entre los pueblos y autoridades de México y los Estados Unidos.

Pienso que es una falla de la columna vertebral y de una humillación no pedida. En mi experiencia como funcionario y diplomático mexicano jamás pensé que pudiéramos transitar de una relación bilateral digna a una subordinación colonial. (Porfirio Muñoz Ledo, El Universal, p. Nacional 12)

Deportación y mujeres migrantes en Estados Unidos

Las mujeres y los niños son los migrantes más vulnerables. Ahora 6 millones de mexicanas indocumentadas en Estados Unidos corren el riesgo de ser deportadas o sufrir abusos durante esa posible expulsión. Son el doble de los habitantes de Mongolia, Uruguay y Bosnia y representan la población total de Costa Rica, Palestina o Libia. México es el segundo país a nivel mundial con el mayor número de mujeres emigrantes.

El hecho de ser extranjeras no las convierte en un problema para la soberanía, no generan inseguridad por ser madres, ni tampoco por ser niñas. Las mujeres no son un riesgo de seguridad nacional en ninguna migración del mundo contemporáneo y mucho menos lo son las niñas indígenas, las más vulnerables en los desplazamientos internacionales.

Las mujeres indocumentadas sujetas a deportación necesitan apoyo legal pero también la defensa de su dignidad con un mensaje que evite que las satanicen. En 2018 el Pacto Mundial para la Migración sentó un nuevo precedente internacional en la protección de migrantes y con récord de 29 menciones de género. (Horacio Saavedra, El Universal, p. Nacional 13)

Cadena de Mando // Desprestigio contra realidad

Para las fuerzas armadas, las instrucciones del Presidente son claras en el sentido de acabar con los abusos y seguir coadyuvando con diferentes autoridades para bajar los niveles de crimen e inseguridad. El instituto armado tiene tantas fortalezas que por ningún motivo arriesgarán, permitiendo que sus integrantes relajen su disciplina y se olviden de su lealtad al país y a los mexicanos.

Lo que no se han dado cuenta quienes desprestigian a los soldados es que son los hechos los que ganan. Está identificado que estas campañas se originan precisamente en el centro del país o en lugares donde los militares afectan más a los criminales.

Cabo de guardia

En este desprestigio se pretende hacer ver a la Guardia Nacional como persecutor de inmigrantes. No se han dado cuenta de que se trata de rescate, no de persecución. A los migrantes se les está rescatando hasta de ellos mismos. Son capaces de arriesgar su vida y la de los suyos con tal de alcanzar el jodido sueño americano. (Juan Ibarrola C.,  Milenio Diario, p. nal15)

Otro camino // Fronteras selladas, crisis humanitaria

En junio, el gobierno mexicano detuvo a 29 mil 153 migrantes, mil personas diarias. Además Estados Unidos devolvió a territorio mexicano 20 mil personas, en ciudades fronterizas.

Por ahora, el número de mexicanos detenidos en las redadas de Donald Trump es bajo, pero cabe recordar que la mitad de las personas sin papeles en Estados Unidos, que suman varios millones, son mexicanos. Muchos tienen varios años viviendo y trabajando allá.

Además de los miles de detenidos por la migra apenas cruzaron la frontera y de los miles de muertos al intentarlo, ahora están bajo la mira millones de trabajadores que han vivido en condiciones laborales muy inestables y de bajos ingresos, por lo que viven hacinados y además son objeto de verdaderos atracos al enviar sus depósitos a familiares en México.

Los conflictos entre los migrantes con la Guardia Nacional ocurren diariamente, aunque el Presidente trate de restarles importancia. Lo mismo los malos tratos en los puestos de migración y no se diga los que están dándose en los campos improvisados de refugiados, cada vez más parecidos a campos de concentración. (Joel Ortega Juárez, Milenio Diario, p. nal3)

Discurso de odio y la trampa de Trump

Ya sabemos que Trump lleva la conversación hacia donde quiere llevarla, y frecuentemente causa que sus adversarios o contrapartes se metan precisamente en el terreno que él desea meterlos. Su discurso polariza y provoca conflicto, justo el territorio en el que mejor se mueve ese presidente. Estos días estamos viendo un claro ejemplo.

Como es natural, los demócratas lo condenan, los intelectuales y los liberales levantan la voz afirmando que esta vez ha cruzado todos los límites. Pero lo que termina pasando es una historia que ya conocemos y que se requiere revisitar con todo y sus repercusiones de largo plazo, si no se quiere repetir los errores del pasado.

Primero está la base dura de Trump. Esa base confluye con los planteamientos básicos de su “Estados Unidos Primero” y “Hacer a Estados Unidos Grande Otra Vez”, una base que se siente alienada, traicionada por las élites de Washington, motivada por casi cada una de las decisiones de Trump cuando amenaza a otros gobiernos, cuando impone aranceles, cuando critica a los presidentes anteriores por débiles e ineficaces, cuando se retira de acuerdos internacionales. Independientemente de que se esté o no se esté de acuerdo con ellas—y sabemos que muchos miembros de la estructura demócrata tradicional no lo están—cuando Trump acusa a estas cuatro congresistas de ser “antiamericanas”, de odiar al país, y les dice que deben regresarse a los sitios de “donde vienen”, cuando llama “extranjeros” a descendientes de inmigrantes, cuando denuncia el “socialismo” en el partido demócrata, o cuando apela al imaginario del Estados Unidos blanco y anglosajón, esta base resulta particularmente encantada. (Mauricio Meschoulam, El Universal, p. 12)

Gobernar a ras de tierra

Anteriormente los funcionarios sólo iban a las zonas bonitas a la que los (ex) delegados de las dependencias en los estados o muchos de los gobiernos estatales querían llevar a los funcionarios federales, en visitas relámpago, que escondían a sus ojos las cosas “feas”, en un marco de gasto ostentoso y prepotente. Dejando una herencia de corrupción de obras que no sirven; por ejemplo, la planta de tratamiento de agua del municipio de Palenque, Chiapas, que de acuerdo con el reporte oficial de CONAGUA en 2016 se encuentra  catalogada en un estatus de “en operación” cuando la obra jamás se terminó de construir condenando al río a donde va a terminar todas esas descargas.

Sin embargo ahora muchos de los funcionarios pasan más tiempo fuera del escritorio y más en el territorio nacional, más tiempo con las manos en la obra y dedicado a servir a la gente en un marco de pobreza franciscana (con la riqueza que ofrenda la naturaleza) y de iguales con los pobladores locales.

Un gobierno presente con la gente, innovando y y dandole rostro humano a las instituciones. Estos aspectos son imposibles de ser evaluados por quienes gustan analizar el contexto social, económico y político que vive el país desde la comodidad exclusiva de su “tuiter” o la palabrería, soslayando las acciones que se están llevando acabo.

Basta darse una vuelta a Tenosique, Tabasco, donde en tan sólo una semana han recibido funcionarios de la Secretaría de Turismo para fomentar el turismo sustentable de la zona, a la de Relaciones Exteriores para atender temas de migración y desarrollo y la Secretaría de Bienestar para el programa Sembrando Vida y empleo temporal a migrantes que soliciten refugio, siendo uno de los primeros sitios en recibir a la Guardia Nacional que fue ampliamente aceptada por la mayor parte de la población local. (César González Madruga, La Crónica de Hoy, p. opi 4)

La crème de la crème // A medio siglo del gran paso

Mal y de malas.- Pero esa triste noticia no es todo: la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el miércoles que el actual brote de ébola en República Democrática del Congo, es una “emergencia de salud pública de interés internacional” –denominación poco común que sólo se utiliza para las epidemias más graves. “Es hora de que el mundo tome nota”, dijo en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Pues ya estuvo que el ISSSTE e IMSS deberán alistar el dicoflenaco y paracetamol. ¡Buen trabajo tendrá el INM con la llegada de los migrantes africanos!  (Eva Makívar, El Sol de México, p. Nacional 2)

Adiós, mister Trump

Poco a poco el caminito al norte se empezó a complicar. Los presidentes Bill Clinton y George W. Bush completaron casi 700 millas de muros en la frontera con México y enviaron a vigilar a miles de agentes de la Patrulla Fronteriza. Los actos terroristas del 11 de septiembre del 2001 acabaron con cualquier posibilidad de legalizar a los indocumentados. Estados Unidos se cerró y los extranjeros -todos- sufrieron las consecuencias.

La cruzada a Estados Unidos se hizo cada vez más difícil -por ríos, desiertos y montañas- y más cara. Los coyotes sacaban una tajada de miles de dólares con cada inmigrante que cruzaban. Pero lo peor fue que se terminó esa migración circular que permitía regresar a México en vacaciones y en navidades. Millones de mexicanos se quedaron atorados en Estados Unidos. Fin de año ya no era lo mismo y no se podía regresar para enterrar a tus muertitos.

Y luego llegó Barack Obama. Apoyaba una reforma migratoria y les dio DACA a cientos de miles de jóvenes soñadores. Pero en la práctica deportó a más imigrantes indocumentados -en su mayoría mexicanos- que cualquier otro Presidente estadounidense. Más de tres millones del 2009 al 2016 según contó el Centro Pew. Por eso le llamaban el “Deportador en Jefe”.

Eso explica, en parte, por qué tantos mexicanos regresaron a México: los deportaron. Otros no se quisieron arriesgar a un arresto, no encontraron los trabajos que querían y también volvieron con todo y familia.

Y entonces se apareció Donald Trump, en junio del 2015. Ahí mismo lanzó su campaña presidencial acusando falsamente a los inmigrantes mexicanos de ser criminales, violadores y narcotraficantes. Las cosas solo han empeorado; basta ver sus frecuentes tuits y expresiones racistas. Y ya con Trump en la Casa Blanca se ha desatado la peor campaña antiinmigrante desde que la Operación Wetback deportó a un millón de mexicanos en 1954. (Jorge Ramos Ávalos, Reforma, p. Nacional 10)

Sexto Día

Los 45 días de plazo que Donald Trump dio al gobierno mexicano para evaluarlo en el avance del combate a la migración ilegal se cumplen el lunes. Mike Pompeo, secretario de Estado, se reunirá mañana en la CDMX con el secretario mexicano de Relaciones Exteriores y de Gobernación, en los hechos.

Pompeo, sin duda, viene con la A de aprobado, con la estrellita para el gobierno mexicano y el canciller-vicepresidente, pero hay que darle formalidad al tema y anunciar, de ser posible, con otra celebración en Tijuana por la unidad y el triunfo en las negociaciones. México desplegó al menos 6 mil 500 elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur y 16 mil en la norte para impedir la entrada de indocumentados, además de que dio un viraje de 180 grados en su política migratoria al suspender la entrega de visas humanitarias y realizar redadas.

Además, reforzó la vigilancia en las estaciones migratorias para evitar las fugas masivas, como había sucedido históricamente. Es decir, hacer lo que debió hacerse desde siempre y que todos los gobiernos, del PRI, del PAN, y de Morena, evitaron. (Alberto Montoya, Ovaciones, p. nal1 nal2)