Opinión Migración 211119

¡Al diablo con los migrantes!

Un programa ilegal que permite graves abusos contra los derechos humanos de los migrantes. Así describe un funcionario del Departamento de Seguridad Interna los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por su sigla en inglés). Es la crueldad sistémica de una política diseñada para mantener contento a Donald Trump y para castigar a migrantes que se atreven a solicitar asilo legalmente en su país. Este es el acuerdo al que accedió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que todavía hoy defiende su canciller Marcelo Ebrard.

Michael Knowles, presidente de la unión que representa a empleados de los servicios de inmigración y ciudadanía en Estados Unidos, agrega que esta política es inmoral y sirve como base para la violación de los derechos humanos de mujeres y niños a nombre del gobierno estadunidense. Las declaraciones forman parte de su testimonio ante el Congreso, que también escuchó de médicos, abogados y activistas que trabajan con migrantes inscritos en MPP. Durante las audiencias criticaron las condiciones en las que permanecen mujeres embarazadas, niños y miembros de la comunidad LGBTQ en ciudades como Matamoros. Poblaciones que la cancillería había prometido no serían retornadas a nuestro país.  (Enrique Acevedo, Milenio, Al Frente, p. 3)

Menores sin papeles

Emigrar es siempre una experiencia difícil y a veces muy traumática. Mucho más en el caso de un menor de edad que llega a un país extranjero sin el apoyo y la guía de personas adultas. La situación de los menores extranjeros no acompañados que han llegado a España en patera o por otras vías y están en situación de acogida es del todo inaceptable. Están registrados y se encuentran bajo la tutela de la Administración pública, pero eso no les garantiza poder obtener la documentación necesaria para regularizar su situación, empadronarse, acceder a un trabajo o tener derecho a determinadas prestaciones, algo que los organismos de tutela deberían tramitar en nueve meses.

El resultado es que la mayoría de estos menores pasan de ser jóvenes tutelados a inmigrantes sin papeles en cuanto cumplen los 18 años y tienen que abandonar los centros de acogida. Los programas de acompañamiento que han habilitado las comunidades autónomas son insuficientes y muchos de ellos acaban viviendo en la calle. Si para cualquier joven español resulta difícil lograr las condiciones de trabajo y seguridad necesarias para poder emanciparse y llevar una vida autónoma, qué no será para estos jóvenes que no disponen de un entorno familiar que les proteja. (Editorial, El País, Opinión, p. 14)

Reclamos a la embajadora

Muy abandonados se sienten los mexicanos en Bolivia por la embajadora María Teresa Mercado, diplomática de carrera. Cuentan que ya ni los correos electrónicos les responde, luego de haber estado muy al pendiente de la situación de los connacionales al inicio de la crisis en aquel país. La queja es que los están dejando desprotegidos. Al menos así se sienten. (Sacapuntas, El Heraldo de México, p.2)

¿Evo, asilado o secuestrado en México?

Rápido arregló Evo Morales el “traspié” que se le salió en plena conferencia de prensa. Y es que el boliviano, quien lleva una semana en México protegido con la figura de asilo político, dijo que se siente secuestrado, pero rápido se dio cuenta de lo que expresó y arregló diciendo que bueno, sí tiene libertad, pero extraña comenzar a trabajar a las 5 de la mañana y terminar a las 11 de las noche, en pocas palabras, extraña la Presidencia a la que tuvo que renunciar tras el conflicto político en su país. Por otra parte, nos comentan que desde hace tres días está en México el que fuera último ministro de Relaciones Exteriores de la administración de Evo Morales en Bolivia, Diego Pary. El excanciller llegó, no procedente de Bolivia, y tampoco entró a México con asilo político ni solicitando refugio. No queda muy claro la calidad migratoria con la que entró, tampoco su procedencia y si pedirá asilo. Don Diego se suma al ex vicepresidente Álvaro García Linera y a la exministra de Salud, Gabriela Montaño, a este ritmo, nos comentan, pronto estará por aquí todo el exgabinete de don Evo. (Bajo Reserva, El Universal, p. 2)

2019, violencia histórica y ¿narcoterrorismo?/Serpientes y escaleras

La palabra más evitada y temida para el gobierno en estos momentos, es precisamente la que invocó el gobernador Cabeza de Vaca. Y es tan incómoda y delicada, porque al equiparar la violencia desbordada del narcotráfico con el terrorismo, lo que se hace es que la problemática de violencia y criminalidad en México, entren en el radar y en las prioridades del gobierno de Estados Unidos, que según sus leyes de seguridad nacional, pueden y deben intervenir en aquellos países cuyos problemas por la acción de grupos “terroristas” representen una amenaza para la seguridad de los estadounidenses.

Por algo el canciller Marcelo Ebrard y el gobierno lopezobradorista se han negado una y otra vez a que se clasifique como “terrorismo” a sucesos de violencia en México, como las masacres recientes de la familia LeBarón y Langford en Sonora. (Salvador García Soto, El Universal, Nación, p. A10)

Estampas del primer año

Apenas ayer, en entrevista para un noticiero de radio, el sacerdote Alejandro Solalinde, conocido de tiempo atrás por su trabajo a favor de los migrantes y más recientemente por su simpatía lopezobradorista, puso en duda la vigencia del compromiso de Javier Sicilia con la causa de las víctimas pues, dijo, “nunca ha aceptado a Andrés Manuel”. Argumentó que Sicilia es su amigo de muchos años, pero “es contradictorio lo que está diciendo con lo que está haciendo, porque está llamando a la unidad haciendo marchas de protesta”, cuando lo que debería hacer en todo caso es “sumarse” y hablar con Alfonso Durazo u otros miembros del gabinete. “Si de veras quiere a México, si de veras quiere unir, pues que se una y no haga marchas”. (Carlos Bravo Regidor, Reforma, Opinión, p. 11)

Cambio de bando

La política exterior mexicana durante la época de la hegemonía priista se caracterizó por jugar el papel de escudo protector frente al poderío norteamericano, en una especie de moneda de cambio dependiendo el grado de confrontación con el gigante del norte. La relación con la Cuba de Castro, con el FMLN salvadoreño, con los refugiados chilenos del golpismo pinochetista, y con el sandinismo nicaragüense entre otros, se presentaron como diques de contención frente a la diplomacia de la Guerra Fría que exigía lealtades absolutas.

Ante la imposibilidad de enfrentarse con los Estados Unidos como en el pasado, el gobierno mexicano aceptó sus condiciones en lo referente a temas de migración y seguridad, pero simultáneamente se incorporó al grupo de países de línea populista antinorteamericana como Cuba, Nicaragua, la Bolivia de Evo, e incluso la propia Venezuela de Maduro, a pesar del rechazo explícito de López Obrador de encabezar ese eje antiimperialista como lo sugirió el propio presidente venezolano. (Ezra Shabot, El Heraldo de México, País, p. 11)

Martí y Santos Zelaya

Nuestra tradición ha sido siempre por la protección de los perseguidos políticos”, afirmó el canciller al explicar la postura del gobierno de México, que daba asilo al ex presidente Evo Morales. “La tradición a la que me refiero tiene como base el Artículo 15 de nuestra Constitución. Basta recordar que México ha sido tierra de asilo a personajes como Giussepe Garibaldi, José Martí o Víctor Raúl Haya de la Torre”. José Martí no vivió asilado en México, vino en busca de apoyo para su lucha, a diferencia de otro personaje que no fue mencionado por el canciller, a pesar de su relevancia, José Santos Zelaya, presidente de Nicaragua, quien recibió protección y asilo en México. (Carlos Tello Díaz, Milenio, Política, p. 12)

  • Evo, callado

Llamó la atención entre sus seguidores que tras la difusión que hizo el gobierno interino de Bolivia de un audio, cuya autenticidad no ha sido confirmada ni desmentida, en el que se escucha decir al presidente depuesto Evo Morales: “que no entre comida a las ciudades”, la intensa actividad que éste había desplegado en Twitter desde que fue asilado en el país, simplemente se detuvo. Hasta el cierre de esta edición el último mensaje que publicó en esa red social era uno de las 6:16 de la mañana. Un mutis completamente incompatible con el perfil que ayer Morales hizo de sí mismo: “estoy acostumbrado a estar (activo) desde las cinco de la mañana de cada día, hasta las once, doce, una de la mañana, los siete días de la semana, ése es el trabajo por la patria”. ¿Entonces?. (Rozones, La Razón, Lados, p. 2)

El Correo Ilustrado

Minoría muestra su lado racista

Una minoría de la sociedad mexicana ha sacado a la luz pública su execrable rostro, de racismo, xenofobia y misoginia, cuyas raíces se encuentran en la doctrina que nutría a los nazis. Se revelan en los casos del asilo político al líder indígena Evo Morales, el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de las agresiones a las jóvenes estudiantes en nuestra Universidad Nacional Autónoma de México. Evo Morales, quien ha sido víctima de las peores y bajunas expresiones racistas y xenófobas en distintos medios de comunicación, ejerce su pleno derecho humano a la libertad de expresión sobre los hechos de su país y, desde Bolivia, los golpistas tratan de silenciarlo. La Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, a la que se acoge, en ningún momento menciona restricciones al derecho humano a expresarse. (El Correo Ilustrado, La Jornada, Editorial, p.2 )

Narcos de exportación

Actualmente los tentáculos del narco mexicano se han extendido prácticamente a todos los continentes y con mayor frecuencia se sabe de connacionales detenidos en puntos cada vez más distantes del planeta por delitos por tráfico de sustancias ilícitas. Poner orden en este rubro se antoja cada vez más difícil, pues no es sólo una tarea de índole nacional sino decididamente internacional. (Editorial El Universal, Opinión, p. A12)

Bolivia: decir la verdad

Pero ya en ese momento las turbas fascistas quemaban o amenazaban con quemar las casas de ministros del gobierno, líderes del MAS, gobernadores y legisladores, con las familias adentro, o eran amenazados de muerte sus familiares más cercanos si no renunciaban a sus cargos. En eso estalló el motín policial, cuya característica principal es que los efectivos policiales se encerraron en los cuarteles y negaron a controlar el orden público. Era también justo el momento en que las movilizaciones convocadas por el MAS parecían capaces de inclinar la correlación de fuerzas del lado del gobierno. Entonces vino el llamado del comandante de las fuerzas armadas a que el presidente renunciara, en un discurso televisado, lo que hizo girar nuevamente hacia la derecha el balance de fuerzas. Ello obligó a Evo a presentar la renuncia (aún hoy no aceptada por la Asamblea Nacional), a esconderse y a acogerse al asilo en México, en una sucesión de hechos que pusieron en grave peligro su vida, incluido un frustrado intento de emboscada por el ejército en el aeropuerto de Chimoré, ya a bordo del avión de la Fuerza Aérea Mexicana que lo conduciría a ese país, frustrado por miles de sus simpatizantes que se interpusieron entre los militares bolivianos y la aeronave hasta que despegó. (Ángel Guerra Cabrera, La Jornada, Mundo, p.30 )