Opinión Migración 231121

Día con día // El discurso de AMLO en la Casa Blanca

Me ha gustado mucho el breve y sustancioso discurso del presidente López Obrador frente al presidente Biden y el primer ministro Trudeau en la Casa Blanca, con motivo de la Cumbre Norteamericana.

Primero, porque ha hecho suyo sin reticencia el Tratado de Libre Comercio que rige la zona y ha propuesto ampliarlo para hacerlo todo lo competitivo que puede ser. Es un refrendo estratégico: México debe profundizar el rumbo tomado con el Nafta en 1994, ese es el camino a seguir para México.

Segundo, porque hizo un deslinde claro frente a China como un poder emergente con el que México no quiere aliarse, al menos no en este momento, con lo cual tocó una tecla clave de piano del presidente Biden, y mostró claridad de miras sobre los riesgos de esa nueva guerra fría en marcha y sobre el lugar donde México debe ponerse.

Tercero, porque incluyó como una pieza central en el juego de la competencia con China el factor de los migrantes mexicanos; porque se asoció, en esto también, con el proyecto de legalización migratoria del presidente Biden; y porque este planteamiento no vino de la mano de nuestro reclamo quejoso habitual de justicia y respeto a los derechos humanos, queja justa y fundamental, sino en el marco de una visión estratégica de productividad de la región.

El presidente Biden tiene hoy en la mano el proyecto de inversión de infraestructura más ambicioso de la historia de América del Norte. No habrá mejores aliados productivos de esa enorme inversión en territorio estadunidense que los experimentados y productivos trabajadores migrantes mexicanos. Salvo que son ilegales. Pues legalicémoslos, dijo López Obrador, en beneficio de todos; una oferta de ganancia para todos.

Cuarto, porque el discurso tenía cifras sólidas y elocuentes, cosa infrecuente en la palabra presidencial. Ojalá se trate de un nuevo inicio en la materia.

Quinto, porque fue un discurso dicho con pausada y convincente elocuencia, sin asomo de irritación, reclamo o victimismo: un discurso dicho, efectivamente, por quien habla entre iguales.

Los discursos no son la realidad, pero la realidad de este discurso no creo que deba ignorarse. Hay que tomar nota de él y esperar decisiones de gobierno consecuentes. (Héctor Aguilar Camín, Milenio Diario, Al frente, p. 3)

Puentes y cruces // La IX Cumbre de Líderes de América del Norte: una nueva etapa en la relación trilateral

La IX edición de la Cumbre de Líderes para América del Norte (CLAN), el mecanismo de cooperación de mayor jerarquía entre México, Estados Unidos y Canadá, simboliza una nueva etapa en el futuro de Norteamérica. Las reuniones bilaterales con el primer ministro Justin Trudeau, la vicepresidenta Kamala Harris, el presidente Joseph Biden, junto con la conversación trilateral central, dieron como resultado una declaración conjunta bajo el título “Reconstruir mejor, juntos”. Ahí podemos encontrar los resultados concretos y la hoja de ruta hacia el futuro diplomático en la región.

Los tres países reafirmaron su intención de acabar con la pandemia de covid-19 y fortalecer la salud pública a nivel global. Se comprometieron a fomentar la competitividad regional y crear las condiciones para avanzar hacia una recuperación económica más equitativa y sustentable. México, Canadá y Estados Unidos acordamos atender los retos que plantea el cambio climático e implementar acciones ambiciosas para atender las causas estructurales de la migración.

En este sentido, el presidente López Obrador invitó a los gobiernos de Norteamérica a utilizar el T-MEC como una vía para consolidarnos en un bloque económico que aproveche el potencial del mercado interno. Acordamos una respuesta global, con recursos, y desde una visión de responsabilidad compartida, para avanzar en la gestión de una migración ordenada, segura y regular en la región. El relanzamiento de la cumbre, cuya próxima edición se llevará a cabo en México, refleja el cauce institucional de América del Norte. 

Avanzamos también en temas clave para México, como el combate conjunto para erradicar el tráfico ilegal de armas; en abrir caminos regulares para la migración; en expandir la protección para trabajadores agrícolas. Destaca particularmente el inicio del programa Sembrando Oportunidades, por comenzar en Honduras y con un enfoque regional, una iniciativa binacional para llevar apoyo directo a potenciales migrantes y disminuir así su necesidad de desplazamiento irregular.

Las reuniones bilaterales ofrecieron también resultados concretos. Con el primer ministro Trudeau, a quien el presidente López Obrador invitó a nuestro país, enfatizamos la perspectiva compartida de una integración económica más incluyente. El objetivo es que las y los jóvenes, las mujeres, las pequeñas y medianas empresas, así como las comunidades indígenas, se beneficien del intercambio comercial norteamericano.

La primera reunión presencial entre el presidente López Obrador y el presidente Biden, precedida por una reunión con la vicepresidenta Harris, retoma los acuerdos bajo los Diálogos de Alto Nivel Económico y de Seguridad. En ese sentido, se fortalecerán las medidas de protección laboral y avanzaremos en la producción de vacunas contra covid-19 y aumentaremos nuestras donaciones para el Caribe. Los grupos de trabajo bilaterales en la frontera también han cobrado mayor relevancia para identificar e interrumpir el flujo de armas a nuestro país. Enviaremos personal a Estados Unidos a fin de facilitar el intercambio de información, dar seguimiento a investigaciones y apoyar la persecución o extradición de personas involucradas en el tráfico ilícito de armas y otros delitos relacionados. En la materia, se firmó también un Memorándum de Entendimiento para atender la salud mental y uso de sustancias.

En suma, la IX Cumbre de Líderes de América del Norte simboliza un nuevo capítulo en la relación trilateral de México, Estados Unidos y Canadá. Es una oportunidad que los tres gobiernos hemos aprovechado a partir de una serie de proyectos claros, y bajo una visión progresista compartida, en la muy amplia relación trilateral. La IX CLAN es la hoja de ruta para hacer frente a los retos que enfrentamos, no sólo dentro de nuestras fronteras, sino a nivel global. Hacia la próxima CLAN, a celebrarse en México, hablaremos desde una posición unificada a nivel norteamericano hacia el resto del planeta. (Roberto Velasco Álvarez, Excélsior, Nacional, p. 18)

Desde afuera // América del norte y la realpolitik

Antes de las elecciones mexicanas de 2018, el senador estadounidense Marco Rubio afirmaba estar tranquilo ante las posibilidades de la elección de Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la izquierda, como presidente de México.

Palabra más o menos, Rubio dijo que su país tenía experiencia en la colaboración con mandatarios de opinión ideológica distinta y que un Presidente mexicano debía recordar que para tener éxito debía considerar los intereses estadounidenses. Pero la verdad es que la visita del presidente López Obrador a Washington, la semana pasada para participar en la “cumbre” Norteamericana con el estadounidense Joe Biden y el canadiense Justin Trudeau, fue un ejercicio de conveniencias mutuas.

Al presidente López Obrador le interesaba promover y dar mayor fuerza a sus propuestas de “Sembrando Vida” en el sureste de México y en América Central, concretamente uno definido como “Sembrando Oportunidades”, en Honduras.

Al margen de otra cosa, el presidente Biden enfrenta un serio conflicto doméstico debido a la inmigración y los problemas creados por las políticas de separación familiar que practicó el gobierno de su predecesor Donald Trump. Pese a sus promesas, la cuestión migratoria sigue sin resolverse y ciertamente tiene interés en que México siga como dique de contención a la llegada de grupos migrantes desde Centroamérica.

Y con sus particularidades, hay coincidencias en las propuestas de López Obrador y Biden para atacar de raíz los problemas de la migración, al margen de que es el propio Biden el que lleva el peso de propuestas para regularizar la situación de millones de indocumentados, muchos de ellos mexicanos. Y el que muchos de los mexicanos que aclamaron a López Obrador en Washington, y antes en Nueva York, tenían la legalización de migrantes entre sus banderas, no fue ignorado ni por unos ni por otros. 

La reunión tuvo un fondo económico y político que no puede ignorarse. América del Norte, vinculada por un acuerdo comercial tripartita, es tanto un bloque geopolítico y económico de enorme peso en el mundo, por su impacto actual y posible en las cadenas de producción, parte importante ahora de la estrategia estadounidense para frenar la expansión de China.

López Obrador abordó el tema de manera explícita. La reunión en cierta forma marginó las especulaciones sobre el nivel de la relación bilateral de los últimos meses, aunque en términos reales lo que hizo fue poner de lado los asuntos más espinosos para ser tratado en foros bilaterales como los “Diálogos de Alto Nivel” y sus grupos de trabajo.

En todo caso, los encuentros trilateral y bilaterales de la semana pasada hacen recordar los señalamientos de realpolitik que lord Palmerston, en la Gran Bretaña del siglo XIX, y el estadounidense Henry Kissinger, en la segunda mitad del siglo XX, planteaban de manera simple: “los países no tienen amigos o enemigos permanentes, sólo intereses”. Y Norteamérica es de un interés profundo para sus partes. (José Carreño, El Heraldo de México, Orbe, p. 35)

Quebradero // Los viajes no sólo ilustran

El balance de los viajes del Presidente a NY y Washington tuvo resultados en lo general positivos.

El otro tema que no fue tratado abiertamente, pero que es una constante es la migración. Biden trae muchos asuntos pendientes y sabe que plantear una reforma en la materia puede llevarlo a una derrota escandalosa en las elecciones del año que viene; el fantasma de Trump no deja de rondar, abrumar y preocupar la vida de EU.

Va a ser difícil resolver este entuerto. Vamos preparándonos para más caravanas a las que el gobierno va a tratar a toda costa de frenar para que sigamos siendo el muro de EU en el sur de nuestro país.

Finalmente donde se está hilando de manera interesante es con el tema de las armas. Es muy difícil que México pueda cambiar la dinámica interna de EU, pero a través de la demanda se dio un paso estratégico que habrá que visualizarlo para el mediano y largo plazo; en el camino tenemos que atender nuestros pendientes en la materia que son muchos. Ojalá el Presidente vea que los viajes no sólo ilustran. (Javier Solórzano, La Razón, La dos, p. 2)

Misión especial // Los compromisos de la Cumbre

La esperada cumbre trilateral tuvo resultados y compromisos positivos. Su celebración fue el mensaje más importante: el relanzamiento de la región y los mecanismos de cooperación trilateral.

Resaltan un discurso y dos documentos: la intervención del presidente López Obrador al inicio de la reunión, la Declaración Conjunta de los líderes y la llamada “Hoja de Datos”, con compromisos puntuales.

Los documentos comprometen a México, en unos casos más allá de lo hasta ahora aceptado en las siguientes áreas:

En lo relativo a migración se reitera la necesidad de enfrentar las causas profundas de la misma, desarrollar un pacto regional, relanzar el grupo de trabajo contra el tráfico ilícito de personas y promover visas para trabajadores temporales. (Martha Bárcena, El Heraldo de México, País, p. 10)

AMLO y las relaciones internacionales

El presidente Andrés Manuel López Obrador en el transcurso de menos de 10 días, tuvo importantes participaciones en dos foros internacionales, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en la Cumbre de Norteamérica.

AMLO pasó al espacio regional y pudo plantear sus propuestas de desarrollo e integración económica en la Cumbre de Norteamérica. Era un ámbito idóneo para dar a conocer, sobre todo, su visión en relación con el fenómeno migratorio. Por un lado, la necesidad de fortalecer la sustitución de importaciones a escala regional para crear fuentes de trabajo e impulsar la producción de la zona, priorizar la cooperación para el desarrollo y crear oportunidades económicas para todos.

Pondera la idea de adoptar un enfoque ambicioso y comprensivo para atender las causas de origen de la migración para lo cual se requiere invertir en la región y crear oportunidades económicas.

López Obrador enfatiza impulsar los programas de visas de trabajadores temporales, como una estrategia para el acceso a vías legales que den protección y oportunidad a los trabajadores. 

Sin embargo, su propuesta en relación con la migración ordenada, legal y segura debe ser tema de discusión en la medida en que supone una suerte de control y discriminación hacia la migración del sur, lo cual resulta contradictorio con el resto de la propuesta.

Podría ser aventurado afirmar que la aprobación del paquete de reforma migratoria en la Cámara de Representantes del 20 de noviembre que autorizaría a los indocumentados a trabajar por 10 años y que incluye la recuperación de visas tiene alguna relación con la reunión de los mandatarios de la Cumbre del día anterior, sobre todo porque falta la aprobación del Senado.

Sin embargo, hay consenso en el sentido de que debe considerarse como la más importante reforma desde hace 35 años y si bien no se ofrece el camino para la ciudadanía, lo que es inaudito, por lo menos pueden ir a trabajar todos los días sin temor a la inhumana deportación en un periodo de 10 años (Ana María Aragonés, La Jornada, Opinión, p. 20)

Una nueva frontera caliente

¿Se imaginan que el gobierno de México organiza caravanas migrantes desde Centroamérica para que éstas lleguen a Estados Unidos y generen inestabilidad en la frontera norte, con el objetivo de presionar un cambio en la política de EU hacia México? Probablemente no.

Obviamente, se conocen casos de países que han abusado del tema de la migración en las relaciones con sus vecinos, por ejemplo Turquía o Marruecos. Pero hasta que vimos la crisis en la frontera polaco-bielorrusa, nadie se imaginaba que algún gobierno podría jugar de forma tan descarada con los migrantes, abriendo una nueva ruta de tráfico de personas.

Todo inició a mediados de este año, cuando las autoridades de Lituania y Letonia —vecinos de Bielorrusia— empezaron a detectar el crecimiento en el número de cruces ilegales de sus fronteras, por los ciudadanos de algunos países de Medio Oriente. La alarma se encendió en Polonia y en su frontera con Bielorrusia, donde se concentraron unos cuatro mil migrantes escoltados y empujados por el ejército bielorruso, exigiendo cruzar la frontera de la Unión Europea (UE) para solicitar el asilo.

Hoy sabemos que de seis a 12 mil dólares le costó a cada una de estas personas llegar desde Irak, Siria o Yemen a Bielorrusia, cuyo gobierno ha decidido fomentar el tráfico de personas para generar la inestabilidad en la frontera oriental de la UE.

Los migrantes pagaron por el visado, vuelo, alojamiento en un hotel de Bielorrusia y transporte a la frontera con la UE, engañados con la idea de poder cruzarla fácilmente y solicitar asilo. En este procedimiento han participado los consulados de Bielorrusia en países de Medio Oriente, así como las agencias estatales de turismo y las líneas aéreas.

La respuesta contundente de la UE, la OTAN y EU, que definieron  la actuación de Bielorrusia en categorías de guerra híbrida, contribuyó a bajar la tensión. Desde finales de la semana pasada el gobierno bielorruso ha comenzado a regresar a los migrantes a sus países de origen. Se evitó así un estallido mayor en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, en el cual estarían probablemente involucradas las fuerzas de seguridad de ambos países, con los migrantes y un desastre humanitario en medio.

Ahora bien, el problema no acaba aquí. Hasta hace poco pensamos que Lukashenko, quien gobierna en Bielorrusia desde 1994, se limitaría a falsificar las elecciones presidenciales para prolongar su mandato y acallar a su población mediante la represión.

Después, presenciamos el secuestro de un avión con el periodista opositor Roman Protasevich a bordo, orquestado por Lukashenko. La actual crisis en la frontera polaco-bielorrusa demuestra que el régimen, con tal de mantenerse en el poder, es capaz de dar pasos totalmente irracionales que cuentan con el apoyo de la Rusia de Putin. No cabe duda de que hay un deterioro de seguridad en esta parte de Europa que ya no se puede ocultar bajo palabras tranquilizadoras. (Beata Wojna, El Heraldo de México, p. 18)